Hablar del Sporting de Gijón, hablar del Molinón, es hablar de un pedazo importante de la historia del fútbol patrio. El Real Sporting de Gijón fue fundado en 1905 en una ciudad eminentemente metalúrgica y naval. Y del carácter de esas gentes abnegadas que desarrollaban profesiones tan duras como la minería, la metalurgia y las artes navales fue contagiándose el club, hasta dar forma a su identidad.
Hasta bien entrada la década de los años 60 el club no se consolida en la 1ª división y deja de ser un club "ascensor". Vino acompañada de la mejor época de club que acabó disputando campeonatos de Copa y de Liga a los más grandes clubs, con jugadores franquicia como Quini.
Espectacular Remate de Enrique Castro Glez, Quini, en el Molinón.
No podríamos obviar que pese al reconocible carácter industrial, contagiado por las ciudad y la afición, es una entidad que siempre ha dejado lugar para la estética y el buen gusto en todos los sentidos. Partiendo desde el propio estadio El Molinón (centenario como el club), que fue una de las obras cumbres de la arquitectónica deportiva española (Bernabéu y Camp Nou apartes) en su momento. En su larga vida ha sufrido diversas transformaciones y mejoras, que no han restado ni ápice el aroma de fútbol que rezuma por cada una de sus esquinas. Un estadio estilo "british" con ambiente ídem, muy típico del norte, como lo es San Mamés o el desaparecido Atocha.
El Molinón
Y una de las más fuertes y reconocibles señas de identidad del club, y una de sus principales razones de orgullo, ha sido su Cantera, siempre cuidada, trabajada y promocionada con Esmero. La escuela de fútbol de Mareo ha dado cantidades ingentes de futbolistas al club reconocibles en su modos y en su gestos, tanto dentro como fuera de la cancha. Fútbolistas de gran calidad, con gusto por el buen trato de la pelota, con vocación ofensiva y siempre con la asociación por encima de todo. Muchas camadas de esa escuela son recordadas, quizás la última gran hornada, fue la que tuvo García Remón (ex-trenador de la UD Las Palmas también) a principios de los años 90 de las que sobresalen nombres como Luis Enrique, Abelardo, Manjarín o Juanele. Aquella generación es recordada con cariño y con orgullo, entre otras razones, porque con gente de la tierra y formados en Mareo se llegó por 6ª y última vez a la UEFA. El último exponente de la calidad de los productos de Mareo es un tal David Villa.
Luis Enrique ante Eusebio en FC Barcelona vs Gijón
El Sporting de hoy en día es un club en busca de sí mismo, como la ciudad. Gijón, abandonó su identidad industrial hace lustros tras las sucesivas crisis mineras, metalúrgicas y navales, se ha reconvertido en una ciudad abierta al Turismo, con vocación universitaria que está buscando su sitio en una época difícil para todos. Y el Sporting de Gijón no es sino otra muestra de esa búsqueda, tras 4 años de relativa tranquilidad en la 1ª división, tras casi una década en 2ª división, la temporada pasada el club realizó una campaña desastrosa que se cobró como víctima a uno de los mitos modernos de la "Mareona" como Manolo Preciado (D.E.P.). Sus primeros kilómetros en esta maratón que resulta ser la 2ª División Liga Adelante, han sido dubitativos, francamente malos, el propio equipo se reconoce fuera de lugar. Y es ahí donde llega nuestra UD Las Palmas que tiene sacar fruto de esta situación.
Tradicionalmente los enfrentamientos entre asturianos y canarios ha sido buenos encuentros de fútbol, con un balance bastante positivo para los nuestros. Así lo reflejan los números: 44 partidos, 18 Victorias Amarillas, 13 victorias asturianas y 13 empates.
Trashorras en la última victoria amarilla en el Molinón
No obstante de obstante de esas 18 Victorias, sólo 3 se dieron visitando Gijón. La última victoria data de hace 4 temporadas. Temporada que tanto en Gijón como en Gran Canaria se recuerdan gratamente. Los primeros porque significó la temporada del regreso y del ascenso a 1ª división tras 11 años fueras de la máxima categoría. Y para los canarios fue la temporada de Juan Manuel Rguez como revulsivo tras un nefasto inicio llevado a cabo por Juanito como entrenador interino tras dejar la Dirección Deportivo. En todos los estamentos del club amarillo, y entre la afición, se tiene la certeza que si aquella temporada hubiese durado unas cuentas jornadas más el club hubiese ascendido con la espectacular racha y remontada que los pupilos de J.M Rguez llevaron a cabo en la 2ª rueda de la temporada. Dinámica arrolladora que tuvo comienzo en el escenario que volvemos a pisar mañana. Una victoria por 0-1 con gol de Adrián Colunga.
Teté Glez en la última victoria amarilla en el Molinón
A día de hoy ambos clubes llegan al mismo partido, al mismo escenario con diferentes dinámicas, pero con un punto en común: recuperar su sitio en el fútbol nacional que por derecho les corresponde. Los asturianos quieren corregir su errática trayectoria, y la UD Las Palmas, como aquel equipo que ganó hace 4 años con la garantía que suponía tener a Trashorras, Colunga, Nauzet Alemán entre otros, quiere repetir gesta, y dejar a las claras que en el archipiélago canario está emergiendo de nuevo una fuerza que llevaba años hibernando.
Otra victoria amarilla sería la confirmación que la UD Las Palmas ha vuelto para quedarse, abandonadas las brumas del inicio de la temporada, perdidos entre ensoñaciones del Olimpo del Balompié, el equipo ha encontrado su senda sin renunciar al buen juego pero ejerciendo más pragmatismo a su desempeño, logrando un alto nivel de eficiencia. En el equipo han asumido que no todas las batallas llevan a la gloria, sólo la victoria en la guerra lo logra.