Tras la derrota en Soria comentaba que se
acercaba el Invierno (metáfora de tiempos más duros), y que seguramente volveríamos a caer. El regusto que deja la derrota en Anxo
Carro es malo. Si diseccionamos concienzudamente el partido es cierto
que la UD Las Palmas tuvo oportunidades para empatar el encuentro, pero la
verdad es que a excepción del primer cuarto de hora de partido donde llevó en
práctica la idea del míster con presión de la 1ª línea, el resto del partido fue
un deambular sobre el terreno de juego con ocasiones esporádicas que surgen casi sin proponerlo por la calidad de nuestra vanguardia.
Con falta de materia gris en el medio y con dos jugadores que destancan en el despliegue físico, se echó mucho de menos un
jugador que supiera leer el partido. La intención del míster estaba clara con
el cambio táctico, reconoció ayer en su entrevista en el programa Nueve Deportes
su equívoco planteamiento, y sus erróneas decisiones tácticas durante el partido
que imposibilitaron la reacción tras la remontada local. Digno de elogiar y de
destacar la humildad que emama la autocrítica sincera del míster, <<rara avis>> en
el fútbol nacional su sinceridad con los medios.
Aunque Las Palmas sumó deméritos suficientes
para caer derrotada, hay que reconocer que la mayor parte de la responsabilidad
fueron los méritos bien logrados del CD Lugo que, con una plantilla más
limitada en recursos en comparación con la UD, demostró estar, al menos el sábado pasado,
mejor administrada y puso más empeño en lograr los 3 puntos. Tan necesaria es
la autoconfianza como negativo un exceso de ella, ya lo comentamos en su día
en “La Confianza”. El equipo no volvió a gestionar bien los tiempos del
partido, y quizás, ahí el debate imperecedero del mediocentro creativo, sea en
parte porque este equipo confía demasiado en sus posibilidades que en alguna
ocasión provoca la bajada de la tensión y atención necesarias para afrontar el
encuentro.
Yo me posiciono claramente en reconocer la
necesidad de un mediocentro, siento contradecirle míster, que marque la pauta, que sea el engranaje central para la correcta transición defensa>ataque y viceversa. Hay que reconocer que David
Glez y Nauzet Alemán, ambos reconvertidos por carencias que nos apremian, al
rol maldito de mediocentro de creación, son auténticos parches, remiendos que
aunque funcionen no son soluciones a largo plazo. Uno por su excesiva
fragilidad física el otro porque alejado del área y de la banda no rinde al
100%. Ambos con su clase, calidad y tesón cumplen eficientemente pero no son la
solución.
Pero no creo que haya que fichar sin haber realizado el scouting, la criba y triaje necesarios. El tiempo apremia, los plazos se acaban, el mercado invernal cerrará en breve, pero no hay que precipitarse como antaño. Medianamente todos hemos asumido esa carencia y la forma de disimularla. Por suerte no es una vía de agua que comprometa la flotabilidad de la nave amarilla, pero la ausencia de un timón adecuado obliga a remar más para llegar a buen puerto.