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| Foto: ©LaProvincia.es |
Las Palmas cayó derrotada por un exiguo 0-1 ante un rival que le había marcado la hoja de ruta del partido desde hacía 48 horas. El equipo amarillo sabía que se encontraría un rival parapetado en busca de la contra, de la ocasión solitaria que le otorgara ese premió como maná caído del cielo, el Zaragoza era el náufrago que se encontraba a la deriva esperando a que la rescatasen.
Sabedor de ello, Sergio Lobera introdujo variantes forzadas por las lesiones y sanciones pero buscando desde el principio el protagonismo, llevar la batuta del partido, ir de frente contra un rival que te esperaría hasta las últimas consecuencias. Así el míster amarillo prescindió de un doble pivote y en una apuesta valerosa pero con sus riesgos retrasó a Juan Carlos Valerón al doble pivote junto con Vicente Gómez. Éste último se vio muy exigido durante todo el partido ya que el sólo debía de asumir todas las tareas de contención en el medio presionando al rival en su salida. Valerón no estaba para estos menesteres, y aunque liberado de casi toda carga defensiva, estar anclado en el eje del campo le alejaba de su zona de mayor influencia con sus envenenados pases infiltrados, así requería más desgaste al tener que recorrer más metros para llegar a zona de peligro. Por ahí comenzó a resquebrajarse la UD al ser poco consistente en el medio.
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| Valerón y Movilla. ©LaProvincia.es |
La no presencia de Hernán, toda una sorpresa en los prolegómenos del encuentro, permitió que la línea de tres fuera formada por Tana y Nauzet en banda y Masoud centrado, siempre con Chrisantus en la punta de ataque. Los primeros 45 minutos del partido fueron la mejor etapa de la UD en todo el partido. Para romper la muralla maña las órdenes estaba claras, movilidad en todo el frente de ataque, asociarse, desmarcarse, verticalidad y profundidad. Así fue como el equipo amarillo tuvo en varias ocasiones contra las cuerdas al conjunto zaragocista aunque fue incapaz de introducir balón alguno en ocasiones por deméritos propios y en otros por las buenas acciones de un veterano como Leo Franco. Ocasiones como el "Abreu" de Chrisantus ante el arquero argentino tras pase de Valerón o Masoud dentro del área en varias ocasiones.
El Zaragoza realizaba pequeñas intentonas, casi fuegos artificiales en sus esporádicos ataques los cuales eran bien contenidos por la zaga grancanaria. Por encima de todos los defensas destacó Ernesto Galán, sobrio, bien colocado, resolutivo fue un seguro todo el partido haciendo caer en el olvido las ausencias de Aythami y David García. Todas las dudas que se cernieron sobre su capacidad cuando tuvo que jugar en el lateral derecho fueron disipadas ayer en un notable partido del madrileño. Tan sólo en una ocasión se vio superado y fue a la postre el gol que provocó la derrota amarilla, fue en el remate de cabeza de Roger en el minuto 63.
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| Gol de Roger. Foto: ©LaProvincia.es |
Tras el gol visitante Lobera intentó mover piezas para recuperar el ánimo alicaído de sus jugadores y recuperar la vitalidad de un juego que tras el descanso se transformó en muy horizontal, plomizo, gris desprovisto de verticalidad e improvisación, carente de factor sorpresa, totalmente previsible. Lamentablemente los cambios no surgieron el efecto buscado, todo lo contrario, desdibujó el esquema (¿Aranda en banda?) y propiciaba un juego anárquico que se movía sólo con corazón y totalmente alejado de la tan nombrada "inteligencia táctica" que proclama el entrenador amarillo. De esta forma, pese al apretón final, la UD facilitó al Zaragoza su hoja de ruta. Un guión de partido tan conocido, tan usado que ya está desgasto, manido y totalmente falto de sabor y pasión. La propia inoperancia de la UD cara a puerta y su particular galimatías futbolístico facilitó la tarea de un Zaragoza que buscaba no perder y que acabó ganando, llevándose así un botín excesivo para sus méritos.
Esta derrota deja heridas abiertas que llevan latiendo desde hace un tiempo. Si bien el juego del equipo no convencía a prácticamente nadie, sí que el menos se mostraba resolutivo en la inmensa mayoría de los partidos. Ayer no hubo ni juego, ni gol y tampoco Apoño. Es debate cansino el que rodea la figura del jugador, pero de momento y hasta que se demuestre todo lo contrario, sigue vigente como pocas verdades se le pueden adjudicar a la UD Las Palmas, sin el malagueño la UD Las Palmas es incapaz de ganar, es más, las tres derrotas en su haber han sido sin él. No hay que obcecarse con la presencia o no de dicho jugador, lo sucedido hasta ahora es una casualidad que la propia UD está dando con su inoperancia más recorrido del que realmente tiene. Llegarán victorias sin él, pero antes se tienen que mejorar y cambiar en aspectos técnicos y del juego para lograrlo.
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| Tana se marcha lesionado. ©LaProvincia.es |
Por el contrario, un reguero de dudas físicas (lesionados Deivid y Tana , en observación ambos) y metafísicas también deja el partido de cara al derbi ante el CD Tenerife del próximo Miércoles. A las que hay sumar la innecesaria quinta amarilla que apartará a Masoud del derbi si el Comité no lo remedia. A la espera de lo que haga hoy el rival chicharrero, Las Palmas arribará al Heliodoro Rguez López en un mar de dudas, con bajas importantes y otra vez con la sensación de la ocasión perdida. Será el primer derbi canario en competición oficial tanto para Lobera como para muchos de sus jugadores, un partido idóneo para recuperar sensaciones, calmar ánimos y reforzar confianzas en caso de victoria. La derrota supondría todo lo contrario.
A continuación les facilitamos el resumen del partido y una galería fotográfica.
