Hay ocasiones que parece que un Demiurgo mueve caprichosamente los estados de ánimos en el fútbol. Mañana se enfrentarán UD Las Palmas y CD Tenerife, en un derbi un tanto atípico por el día en que se disputa y por como llegan ambos equipos a este partido. El fútbol es un deporte que se mueve por la pasión que inocula a sus seguidores, y en retroalimentación instantánea, la que éstos devuelven multiplicada por 1000% a sus protagonistas. Decía Jorge Valdano que el fútbol te otorgaba cada semana, cada temporada, la ocasión de redimirte de los errores del pasado, de volver a generar ilusión de nuevo donde podría haber hasta no hace mucho desolación.
Arribará la UD Las Palmas a la isla picuda debilitada en sus filas, entre lesiones y sanciones, con varios frentes abiertos: el debate de la Apoñodependencia, la crisis de juego, la poca eficiencia de cara a puerta. LAs Palmas saltará al terreno de juego presionada por necesitar una victoria que olvide la pasada derrota en casa ante el Real Zaragoza. Por el contrario, el CD Tenerife parece llegar al partido en mejores condiciones tras rescatar un punto en un campo tan complicado como Montilivi, encadenando una racha de siete partidos invictos que le han servido para escapar de la zona de peligro que hasta no hace mucho se encontraba bien anclado.
Y esa es la ilógica del fútbol, la confusión que generan los estados de ánimo. El Tenerife es un club recién ascendido a 2ª división que se bate en la parte baja de la tabla para lograr la salvación y llegará al derbi hinchado de moral. Las Palmas es un equipo que está peleando por el ascenso, se encuentra en la zona noble de la tabla, tiene en sus filas a varios de los mejores jugadores de la categoría pero aún así las dudas la agobian. Palpo en el ambiente, en el trabajo, en los bares y en las calles que parece que Las Palmas por diferentes motivos será incapaz de derrotar, sin acritud, al "todopoderoso" CD Tenerife.
En el decálogo del "Cholo" Simeone se pueden leer y rescatar frases que sirven para generar el sentimiento de equipo, de formar parte de algo grande porque tú aportas tu pequeña parte. Lo emocional es una parte importante partiendo "del sentimiento de pertenencia al grupo". Estos partidos se podrán ganar por calidad, por tácticas, técnica o inteligencia, pero se juegan con el corazón. Un derbi, un clásico no es un partido cualquiera, y no hay excusas que valgan, ni lesiones ni sanciones son muros donde escudarse. Por suerte la cuota de jugadores grancanarios en Las Palmas son abrumadora mayoría, y ellos, nadie mejor que ellos, son los mejores indicados para dar a conocer a los foráneos del significado de este partido. En días como éste se agradece que los profesionales que saltan al terreno de juego sean también hinchas de tu equipo, tienen tantas ganas o más que tú de alcanzar la victoria, de ser protagonistas, de pasar a la historia, de ser protagonistas en tu memoria.
El derbi canario, insularista y regional como pocos, se vive día a día en la distancia, un enfrentamiento deportivo que simula el conflicto sociopolítico y económico de las dos islas capitalinas de Canarias. Los clásicos podrán ser un una disputa deportiva pero para el hincha es mucho más que eso, es la batalla por la supremacía de su provincia y de su isla en una región divida por la historia, por los políticos y, como no, por el agua. Sin el conflicto insularista este partido no tendría prácticamente ningún interés, deportivamente el CD Tenerife y la UD Las Palmas pocas veces han coincidido estar luchando por lo mismo.