Permítanme que cite a Franklin cuando digo que “El que es
bueno poniendo excusas no suele serlo para nada más” porque da la sensación que
suelta esa “one-liner” pensando en la
actual Unión Deportiva . No hay excusas. No, señores del club, no la hay. Escuchando a los jugadores y al técnico
hablar en los medios canarios – que, por cierto, parecen haber olvidado el
respeto al aficionado evadiendo toda señal de objetividad e imparcialidad- no
se oye más que mensajes prefabricados sin contenido alguno: “la liga está muy
igualada,” “casi todos luchamos por el mismo objetivo,” “tuvimos mala suerte,”
“los números nos avalan,” “todavía queda mucha liga,” y un sinfín de frases
vacías más que esconden mucho y dicen poco.
Nos jugamos más de tres puntos
Valerón vuelve a la que fue su casa |
El Deportivo de la Coruña y la UD Las Palmas juegan este
domingo a las 11 (hora canaria) un partido en el que se disputa algo más que 3
puntos. En primer lugar, el objetivo de Las Palmas tendría que ser luchar
contra su enemigo de los últimos 10 años: la mediocridad. Hay momentos donde
los defensores demuestran la razón de su grandeza y éste es de esas ocasiones.
Nos enfrentamos a un club tan grande como es el Deportivo de la Coruña, un
conjunto al que todos le auguramos una cercana vuelta a la máxima categoría. Es
ahora, en el ecuador de la temporada, y frente a un rival de esta talla, donde
la UD tiene que mostrar su pasaporte de pretendiente, es en estos partidos
donde se ve si el equipo realmente aspira a algo. Hay un elemento intangible,
complicado de demostrar científicamente, que convierte al encuentro del domingo
como uno de los claves de esta segunda parte de la liga. Las Palmas se juega su
imagen. Suena bonito tener nombres como el de Valerón o Apoño, pero de nada
sirve si no aparecen en encuentros como el de esta jornada.
Si bien es cierto que la dañada psique de la entidad se pone
a prueba en momentos como éste, también
lo es, a efectos prácticos, que el resultado frente al Dépor tiene un valor
algo mayor que el de otros partidos. El golaveraje, que a tantos equipos ha
descendido de categoría y a tantos otros ha subido a la gloria –recordemos que
el curso pasado Las Palmas se clasificó para los Playoffs empatado a puntos con la Ponferradina,- puede jugarnos una
buena o mala pasada al final de temporada. Teniendo en cuenta que la cuadra
gallega nos venció en el Estadio de Gran Canaria 0-1 cabe señalar que la UD no sólo tiene el deber de ganar sino que
además debe de marcar más de un gol para así ganar el golaveraje particular. Es
muy posible que, en junio, entre el equipo de Lobera y el de Fernando Vázquez
no diste mucha distancia en la tabla, será entonces cuando nos acordaremos de esta
jornada. Esperemos que para bien.
Si esta serie de motivos no es suficiente, podemos sumarle
la situación actual del conjunto coruñés. Dejando de lado el asunto Lendoiro y
su despedida, los Herculinos no ganan desde la jornada 17 (aquel fatídico miércoles
en el que el Tenerife truncó la marcha de los de Lobera). A esto le podemos
añadir el débil estado de su arma más poderosa, su defensa, pues se encuentra
completamente destartalada en este momento y Fernando Vázquez va a tener que
montar una línea bastante forzada. El de Castrofeito no podrá contar con
Marchena, Insua (ambos lesionados), Laure (por sanción) y posiblemente Alex
Bergantiños (el centrocampista vio su quinta amarilla la pasada jornada pero ha
sido recurrida al Comité de Apelaciones)¸todo esto sin olvidar la marcha de
Culio a Dubai.
Teniendo todos estos aspectos en consideración, podemos
decir que Las Palmas no sólo puede ganar en A Coruña, sino que además tiene la
obligación de hacerlo. Sergio Lobera tendrá que realizar un planteamiento
ofensivo para mermar la desorganizada defensa local y lograr varios tantos para
así asegurarnos el golaveraje final. La organización será clave ya que no
podemos olvidar que nos enfrentamos ante el conjunto menos goleado de la
segunda división y al actual líder. Todo un reto que puede catapultar a los
amarillos hacia la vuelta a la Liga madre.