13 de abril de 2014

CRÓNICA || UD LAS PALMAS - HÉRCULES CF [2-1]



Reacción a tiempo para ganar un partido que se puso cuesta arriba nada más comenzar.  Sergio Lobera supo reorganizar las piezas de su propuesta inicial para doblegar la defensa de un Hércules bien pertrechado en torno a su arco para defender el premio obtenido en la primera aproximación al área de Barbosa. 

Los goles de la dinastía Figueroa sirvieron para imponer justicia en una fría tarde que estaba siendo bastante desapacible para los intereses amarillos. Partiendo de una tibia aceptación del "Día del Abonado" (poco más de 2.500 entradas vendidas), a las lluvia previa a la Semana Santa, tan clásica por estas latitudes, como por ese gol nada más salir de la caseta que embarullaba aún más un guión del partido que se preveía ya bastante retorcido. 

Pero los 12.012 fieles que se citaron en el Gran Canaria (unos 5.600 espectadores menos que en el anterior encuentro) no se dejaron amedrentar por nada ni por nadie, ni por los goles del rival ni por los elementos atmosféricos. La comunión grada-equipo es total, indivisible e incorrupta, aliento para el desánimo de unos jugadores que en frío ya se encontraban perdiendo, jaleo para los momentos de arreones futbolísticos, aplausos y admiración para las mejores jugadas y gritos de euforia, liberación y confirmación con cada gol que se comparten con los jugadores. 


Once titular de la UD Las Palmas Foto:©Canarias7.es
El once titular de Sergio Lobera despidió aroma conservador con los códigos internos del vestuario, salomónico con los referentes, ninguno de los habituales vio su participación comprometida gracias a la ausencia de Aranda. Así Apoño recuperó titularidad al igual que Deivid, Valerón adelantó su posición provocando que Asdrúbal acabara siendo el  estilete. Durante los primeros 45 minutos la UD Las Palmas se encontraba desorientada sin referente arriba. Se  generaba fútbol con relativa facilidad para no se sabía a quien asistir ni nadie asumía con naturalidad el rol de rematador. En nuestra previa lo comentábamos, Asdrúbal es un experimento fallido como nueve puro, las virtudes del menudo delantero son otras, quizás como segundo delantero, como interior, aprovechar su movilidad para los desmarques en profundidad, la brega entrelíneas, pero no sirve para fijar defensas ni para arrastrarlas allá donde plazca para generar espacios. Tampoco domina los automatismos propios de los nueve clásicos ni tiene un plano mental del área en su mente tatuado que le permita moverse con soltura, naturalidad y sutilidad en el área rival. Su fútbol es puro rock & roll, intempestuoso, desafiante y revolucionario que emerge con fuerza jugando a partir de los 3/4 de cancha y no echando ancla en el área. El mejor Asdrúbal llegó con Héctor Figueroa sobre la cancha, ¿casualidad?, no.

El damnificado tras el descanso fue un exausto y desconectado Juan Carlos Valerón que, incluso en sus tardes más grises, fue capaz de dejar varias asistencias de esas que se asemejan a los rayos de luz que entran en la celda del reo que sueña con la libertad. Pases a la nada al no haber nadie que rematara, creaciones estériles que se evaporaban con facilidad. Quizás ese cambio por precisamente Héctor Figueroa, fue el único momento de desacuerdo de la parroquia amarilla que con pitos le dejó claro a su técnico que no toleraba la sustitución del puro talento. No se entendía la ausencia de Valerón cuando ahora tenía a quien asistir, era como si entrara Karl Malone y saliera John Stockton.


Al partido fue intenso en lo defensivo. Foto: ©LFP.es
Pero los reproches tornaron rápidamente cuando Asdrúbal peleó una pelota destinada a perderse en el limbo tras un fallo de Paramot y logró asistir a Héctor que acompañando en todo momento la jugada, estaba donde los nueves tienen que estar, en el punto de penal, en la boca de gol, listo, preparado para embocar y gritar. Así la UD le devolvió el tempranero palo a un austero Hércules que no estaba haciendo los méritos necesarios para la renta que disfrutaba. Tras el gol del menor de los Figueroa el partido no cambió en demasía, seguía prácticamente siendo una autopistas en un único sentido donde el Hércules rara vez se aproximaba al área de Mariano Barbosa. Con Héctor en el área el equipo ganó en coherencia ofensiva pero no generaba con tanta facilidad el juego entre líneas, a pesar de los intentos de Masoud de infiltrarse en territorio enemigo para despejar el carril zurdo a las incorporaciones de Xabi Castillo. En una de ellas, el lateral zurdo se adentró en el área alicantina provocando que le derribaran tras un liviano contacto, decisión controvertida que puede dar a interpretaciones debido a la levedad del contacto. Momo, reconciliado con el juego, la causa y el gol, volvió a ser el destinado a anotar el gol definitivo que dejara los tres puntos en el Gran Canaria, que eufórico y desatado celebrar una victoria más que le acerca al ascenso directo. 

La única nota negativa fue la lesión de Asdrúbal, el eléctrico canterano sufrió una lesión al golpear el balón y al momento cayó derrumbado sobre el césped preso del dolor. No hubo oportunidad para la reincorporación y tuvo que ser retirado en camilla del terreno de juego. Le sustituyó un gris Nauzet Alemán que no aportó casi nada al partido. 

Recuperada la senda de las victorias, y beneficiada por algún resultado de la jornada, la UD encara la próxima visita al siempre complicado campo de Anduva en Miranda de Ebro reforzada en sus ánimos, dejando claro que el tropiezo ante el Alcorcón fue un accidente. La UD sigue aspirando a todo.  

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A continuación la habitual galería fotográfica y el resumen del partido.



©MediaPro y ©GolTV




Recopilación de diferentes medios.
En Flickr aparecen los © de cada imagen.




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