A falta del último asalto en los juzgados del Real Murcia
por la permanencia en Segunda División de este jueves, podemos decir que
hemos
vivido un verano “distinto”. Ya estamos en la segunda quincena del mes
de agosto y llegamos a la conclusión de que algunas veces los partidos
no se ganan
en el campo, ni son los goles o una buena defensa los que determinan en
qué
categoría deberías estar. No, el problema es el mismo que hay en todos
los
ámbitos de la vida: el dinero.
Realmente no sé si el Murcia cumple con los parámetros
económicos o si por el contrario tienen alguna irregularidad, el juez dice una
cosa y la LFP otra. En cualquier caso mucho ánimo (si al final descienden) al equipo
pimentonero y a su afición que son los que realmente sufren por esta
rocambolesca situación.
Independientemente de la justicia o injusticia que haya
sufrido el Real Murcia, me gustaría hacer un pequeño estudio sociológico
amateur y fijarme en el comportamiento que muchos de nosotros, los aficionados
al fútbol, hemos tenido en este mes tan inusual. Les explico:
El Racing de Santander y el Real Murcia sufren algunas
irregularidades(supuestamente) y están en el abismo de la Segunda División B.
La Federación les da de plazo hasta principios del mes de agosto para poder
solucionar sus problemas económicos. Una oportunidad de la que se aprovechó el
Racing para librarse y así poder seguir en la categoría de plata.
Hasta aquí todo correcto, si acaso algún comentario que otro
en las redes sociales, en las calles o bares del tipo: “ Uff que faena si baja
el Murcia”. Nada más lejos de la realidad, efectivamente el Murcia no llega con
los deberes hechos (supuestamente) y se le impone el descenso
administrativo, ocupando su puesto el CD
Mirandés. Empezamos a quejarnos y a expresar nuestra disconformidad por la
tardanza de esta decisión: “Cómo pueden hacer todo esto en agosto ¡Qué
barbaridad! Spain is different…”
Con el paso de los días el club murciano recurre ante la
Justicia y el juez les da la razón, hecho que provoca rumores de un posible
retraso en el calendario posponiendo una jornada para poder solucionar el
problema de una probable liga de 23
equipos . Lío al canto: “la Federación es para hacérselo mirar ¡Cómo pueden
retrasar una jornada la liga! ¿Ahora liga de 23? tenemos una liga de
pandereta…”
Finalmente, tras una última reunión, la LFP decide dejar las
cosas como están porque por palabras de Javier Tebas “una liga de 23 es
inviable”. Total, el Mirandés se queda en Segunda, el Murcia en Segunda B y no
se retrasa la primera jornada de Liga. ¿Cuál es nuestra reacción? “¡El Murcia
baja! Esto pasa porque los incompetentes de la Federación subieron al Mirandés
demasiado pronto”
Dejando a un lado la crueldad a la que ha sido sometido el
Murcia con este descenso, llego a la
conclusión de que muchas veces nos quejamos por vicio. Y es que hubiese habido
quejas tanto si se retrasa una jornada la liga como si no, tanto si se queda el
mirandés, el Murcia o los dos a la vez. Hemos dicho que la decisión de subir al
Mirandés en agosto fue muy tarde y 10 días después decimos que fue muy pronto.
Perdemos credibilidad con nuestras incongruencias.
Con esto no quiero decir que la LFP sea ejemplo a seguir, ni
mucho menos decir que todas sus decisiones sean las correctas. Pero hay que
tener en cuenta que el poder de la voz del aficionado puede coger mucha fuerza
y hay que usarla con una coherencia y credibilidad que, al igual que en los
grandes organismos del futbol, a veces brilla por su ausencia.
“Spain is different” pero no olvidemos que nosotros también
somos Spain.
Foto Portada: ©CadenaSer.com