Golpe encima de la
mesa. Esta expresión es la más usada por los rotativos insulares y no sin
razón. Se trata de una victoria de prestigio conseguida allí donde nunca antes
se había logrado y ante uno de los principales rivales para obtener el ascenso
directo. Además, al igual que en Girona, se ha conseguido de una manera
vistosa, yendo desde el principio a por la victoria y sin escatimar ningún
esfuerzo ofensivo. Sin duda una victoria de líder, una victoria de equipo
grande dentro de la categoría.
La segunda línea tira del carro. Incidía mucho Guardiola durante su época en el F. C.
Barcelona en la segunda jugada y en la segunda línea. Pues bien, eso es lo que
ha hecho la Unión Deportiva en el día de ayer en el Nuevo Zorrilla. Dos
llegadas de los centrocampistas provocaron sendos goles: en la primera ocasión
es Roque el que origina el penalti tras un regate dentro del área, y en el
segundo gol es Vicente el que recibe desmarcado de Araujo para transformar
desde la misma zona. La llegada de la segunda línea es un recurso que la Unión
Deportiva tiene que seguir explotando, aprovechando las ventajas que le supone
el juego de espaldas de Araujo y la velocidad de sus extremos.
Araujo cambia de rol.
Es cierto que, con la de ayer, el ariete argentino lleva cuatro jornadas sin
materializar pero no es menos cierto que ha sido igualmente clave en algunos de
los goles que el equipo ha transformado en este último mes de competición. Como
ejemplos claros tenemos el primer gol de Guzmán en Girona, en donde el
argentino atrae para sí hasta cuatro defensas para dejar completamente solo al
pacense que se encargó del resto; y el segundo gol de ayer en donde una
arrancada suya desde banda dejando atrás a dos defensas vallisoletanos
posibilitó el pase a Vicente, el cuál absolutamente libre de marca transformó
en gol tan preciosa jugada.
Una victoria de 6
puntos. Este tópico adquiere mayor significado en una Liga Adelante en la
que la igualdad entre los cuatro primeros clasificados es absoluta y en donde
el goal - average particular con estos equipos es sumamente importante - ahora
mismo la Unión Deportiva lo tendría ganado con Girona y Valladolid -. Además, se abre un hueco ya
importante de 8 puntos con la zona de promoción marcada por el Betis y que
reduciría el impacto que provocarían algún tropiezos inesperados.
Vicente se
reivindica. El jugador de Schamann desprende calidad por los cuatro
costados como se pudo observar en el toque sutil con el que anotó el segundo
tanto amarillo a los tres minutos de entrar en el terreno de juego. Sin
embargo, también es puro temperamento y de ahí el momento de delirio posterior
al gol que le llevó a dirigirse hacia el banquillo de manera desbocada y quitándose
la camisa por el camino. Una acción tan carente de inteligencia permite sacar
dos conclusiones: la primera es que Vicente se olvida de agradecerle el gol a
Araujo, que se había sacado una gran jugada de la manga y le había dejado el tanto
en bandeja; y la segunda es que la tarjeta que se ganó por quitarse la camisa se
antoja innecesaria, máxime cuando quedaba tanto tiempo por jugar todavía. Probablemente,
la intención del canterano era reivindicarse ante Herrera por los pocos minutos
jugados recientemente y, de no ser porque Araujo lo derribó por el camino,
seguramente hubiera cometido alguna imprudencia más que le podría haber sentenciado
definitivamente con el técnico catalán. Como diría posteriormente Herrera
en rueda de prensa, Vicente, a pesar de su calidad, necesita ánimos porque es de los que "agacha
la cabeza" si no juega, por lo que más le vale al centrocampista labrarse
la titularidad a base de sacrificio en los entrenamientos y no con acciones de
este tipo.