La Unión Deportiva Las Palmas obtuvo una victoria agónica ante un Real Mallorca que fue más a menos según tomó ventaja en el marcador y se quedó inferioridad numérica. Herrera corrigió a tiempo desde la pizarra, introduciendo cambios, los defectos de su equipo que mejoró las prestaciones en la segunda parte. Cabrero, impidió una victoria más holgada con una gran actuación en lo deportivo como bochornosa en su actitud antideportiva.
De penal y en el último minuto obtuvo la victoria la UD Las Palmas, pero la cocción de esta sufrida victoria pasó por diferentes fases, incluso con una reformulación de la receta en medio de la elaboración en una nueva clase magistral de Paco Herrera. Desde hacía muchas temporadas no se recordaba un técnico tan influyente en el devenir de los partidos con la toma de decisiones desde la cal.
Comenzaba el partidos con unos primeros 20 minutos plenos de velocidad y buenas intenciones por ambos equipos. Los jugadores amarillos tomaron la iniciativa desde el primer momento y buscaban el arco que defendía Cabrero, que se convertiría en unos de los grandes protagonistas del encuentro, con distintos acercamientos donde tanto Araujo como Nauzet compartían protagonismo con asociaciones entre ambos. Por su parte el Real Mallorca buscaba desde la contra encontrar los espacios que una adelantada y, en ocasiones, apresurada UD dejaba en su retaguardia. Con Pereira como principal estilete por banda, buscaba a Xisco en la punta de lanza visitante. Pero fue Arana quien aprovechó un claro en la frontal del área que creó Xisco arrastrando a sus marcadores para ejecutar un gran disparo que obligó a Casto a realizar una gran parada que evitó el momentáneo 0-1.
El partido fue intenso durante sus noventa minutos. Foto: ©UDLasPalmas.es |
Seguía percutiendo la UD Las Palmas con Araujo como principal argumento cuando en una contra Arana superaría a un dubitativo Roque, en posición de lateral diestro, para ir buscando el espacio hacia la frontal disparando un tiro raso y seco que rozó ligeramente en Marcelo Silva despistando a Casto, que no pudo hacer nada para detenerlo. Era el minuto 20 y el partido mutó a otro distinto, el gol visitante desnortó a los amarillos y cimentó el planteamiento de Valery Karpin. A partir de aquí como reconoció el propio Herrera en la Rueda de Prensa, le entraron las prisas a los jugadores amarillos que no acertaban a derribar el muro que ahora sin disimulo plantó el equipo mallorquín. Las imprecisiones y los errores no forzados sumados a la falta de profundidad no inquietaron al Mallorca, no hizo sino aumentar el desasosiego en la filas locales y eran abono para las contras visitantes que no supieron aprovechar.
Tras el descanso, poco había cambiado el partido a pesar de que los pupilos de Herrera rumiaban la jugada y buscaban la elaboración con mayor acierto. No fue hasta el minuto 60, cuando Arana fue expulsado por doble amarilla, cuando el partido cambió de tornas. La superioridad numérica fue la mecha que prendió el cambio en la UD, punto de inflexión que fue acentuado según Paco Herrera iba introduciendo cambios y variantes sobre el campo. Los tres jugadores de reemplazo, Valerón, Momo y Ortuño, especialmente los 2 últimos al ser autores de los goles, aportaron nuevas variantes que el equipo agradeció. Remplazaron, por este orden, a Roque, Viera y Culio.
Valerón aportó tempo y salida aseada a la pelota cuando más lo necesitaba la UD. Foto: ©UDLasPalmas.es |
Ante un rival que en inferioridad numérica no tuvo reparos en ceder aún más terreno y la pelota, la UD hizo un acto de fe en sus posibilidades para remontar el encuentro en busca de la victoria. Y ahí es donde emergió, tanto para bien como para mal, la figura de Cabrero. El portero del Mallorca sostuvo a su equipo cuando el campo ya se había inclinado hacia su arco realizando varias paradas de gran mérito que ahogaba todos los gritos de gol en el graderío del coliseo de Siete Palmas. Por el contrario, su excesivo celo en perder tiempo de forma descarada, en connivencia con un árbitro demasiado permisivo, le hizo objeto de las quejas del respetable y de los jugadores amarillos.
Las cosas se comenzaron a torcer cuando tan sólo dos minutos después de su entrada en el campo, Ortuño lograba igualar el partido con un gran gol que fue su carta de presentación ante su nueva afición de sus credenciales como goleador. Una pelota que recoge dentro del área bermellona y se busca el espacio mientras amaga y esquiva las piernas rivales en dirección hacia la frontal para, con un disparo seco y ajustado al palo vencer al, hasta entonces, intratable Cabrero.
De esta forma anotaba Ortuño su primer gol de amarillo. Foto: ©UDLasPalmas.es |
Era el minuto 71 y la UD Las Palmas tenía tiempo suficiente para voltear el marcador. Las ocasiones se sucedían en una fase del encuentro donde Casto paso a ser prácticamente un mero espectador. Las combinaciones de Araujo, Viera, Valerón, Nauzet y Ortuño lograban desbordar a la sufrida defensa bermellona que apagaba fuegos por todo el frente de ataque. Saldría Viera para dar entrada a Momo, y el de las Torres, partía desde una posición centrada en pareja con Valerón, buscando pases infiltrados. En uno de ellos recogía la pelota Araujo dentro del área para ser derribado de forma clara por Cendrós. Penal y expulsión por doble amarilla. Momo no fallaría desde los 11 metros y concedió a su equipo en el minuto 90 una victoria sufrida pero merecida.
A pesar de jugar un partido irregular, el equipo de Herrera supo corregir los errores y no perder la cara a un partido que el Mallorca, mientras jugó con once, plantó resistencia con argumentos puramente futbolísticos. Con esta victoria la UD Las Palmas se mantiene líder en solitaria con una distancia de tres puntos sobre sus inmediatos seguidores: Sporting y Real Betis.
La próxima semana toca visitar el siempre complicado Anxo Carro del CD Lugo. Será a las 11 horas del próximo domingo con las cámara de Canal Plus en directo.
Foto Portada: ©UDLasPalmas.es