Frío. Mucho frío el que asolaba en el Estadio Municipal de Santo Domingo a los aficionados canarios que se acercaron tanto desde la isla como los que residen en la capital de España. Pero no fue el gélido aire el que dejó helados a los más de 300 amarillos que hicieron acto de presencia -y ya como una tradición- en Alcorcón. Un empate que no hace justicia al gran despliegue de fuerzas que hicieron desde la previa la afición grancanaria.
Instantes previos al comienzo del encuentro. || gradacurva.com |
A una hora de comenzar el encuentro, los aledaños de Santo Domingo ya hacían notar que una masa amarilla -y no del Alcorcón precisamente- invadiría las gradas. Muy buen ambiente el que se respiraba, dejándose notar la época carnavalera entre las vestimentas.
Sin ninguna incidencia entre aficiones, gesto que siempre es de agradecer para los que quieren disfrutar de algo tan sencillo como fútbol.
Una vez todos dentro del estadio la afición amarilla monopolizó de principio a fin la animación, apenas oyéndose a la afición local animar salvo pequeños intentonas. Tal era la felicidad insular que ya en la primera parte llegó los clásicos ''Hola Don Pepito. Hola Don José''.
Ya en la segunda mitad se hizo notar la noche y el frío que consiguió apagar a una afición tan impotente como el equipo ante el paso de los minutos y la ausencia de goles. No fue hasta la recta final donde se dio un último empujón para logar animar -sin éxito- a los jugadores de Paco Herrera.
No obstante, una vez más ha quedado patente que los seguidores amarillos son únicos y que ni el tiempo ni la distancia son obstáculos suficientes para dejar de ir allá donde la UD Las Palmas juegue.