La maldición continúa. Siete partidos jugados en Santo Domingo dejan
un paupérrimo bagaje de dos puntos, por lo que la maldición perdurará al menos
un año más. Si en Lugo la mala suerte y
el árbitro privaron al equipo de Herrera de la victoria, en este caso no hay
elementos externos que sirvan de justificación. El empate se empezó a firmar desde
el banquillo con un once equilibrado y férreo, pero algo conservador. Se esperaba
que Roque jugara por Viera, consiguiendo
así menos espacios entre mediocampo y delantera. Sin embargo, la suplencia de
David Simón fue más sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta su buen rendimiento y la larga duración de la
sanción de Ángel. Con esta alineación, el técnico catalán dejó claro ayer algo que ya intuíamos, que no le gusta jugar
fuera de casa con dos laterales ofensivos, a pesar de contar con dos
mediocentros de corte defensivo para hacer las coberturas.
Dominio sin profundidad ni intensidad. Como también sucediera contra el Racing,
hubo control sin verticalidad, aunque esta vez no tuvo la comodidad que otorga un
tanto a favor. La posesión del balón volvió a no transformarse en oportunidades,
únicamente tres claras en todo el partido, lo que hace que vuelvan a sobrevolar fantasmas
del pasado reciente. Es un hecho que el equipo amarillo ha padecido durante el
último mes una falta de profundidad
manifiesta, salvando el final contra el Mallorca y la primera mitad de Lugo.
También es cierto que los ascensos se suelen fraguar en campos difíciles como
Santo Domingo, Anxo Carro, Palamós o Mendizorroza, en los cuales siempre se ha escapado la victoria. Por otro lado, este empate hará que los amarillos tengan que
ir a vencer y convencer en el derbi regional. Gracias a que el Estadio de Gran
Canaria se ha convertido en un fortín, se ha conseguido maquillar unos
resultados mejorables fuera de casa. Los últimos cuatro desplazamientos se
traducen en una derrota y tres empates, este último bastante justo, ya que a
pesar de cosechar más méritos que los de Bordalás, a la UD le faltó algo más.
Ganar en casa, puntuar fuera. Siempre
se ha dicho que esta máxima suele ser suficiente para lograr objetivos
importantes, y esperemos que así sea, pero
es evidente que este año el ascenso
directo va a estar muy caro, por lo que es muy probable que esto no sea
suficiente. Ayer, la parte de arriba de la tabla se volvió a apretar debido a la
victoria del Betis ante el Girona, siendo solo tres los puntos que separan a
los cinco aspirantes.
Aythami, vuelta con protagonismo en ataque. De las tres ocasiones
claras que tuvo la Unión Deportiva dos fueron suyas. Lástima que no acertara al
chutar tras darse la vuelta en un córner sacado durante la primera parte. Esa jugada de estrategia fue la oportunidad
más manifiesta de un partido poco vistoso, siendo el sureño el más peleón de su
equipo en una noche en la que la mayoría de sus compañeros se mostraron algo
taciturnos.
La sequía del Chino. Seis partidos sin marcar lleva ya Araújo, no ve portería desde la surrealista victoria en casa contra el Zaragoza. No me preocupa en exceso que no marque goles, siempre y cuando aporte cosas, como ocurre casi siempre. No obstante, en las últimas fechas, hemos visto como la falta de puntería ha empezado a afectar a su rendimiento, no apareciendo en exceso y mostrándose ansioso cuando lo hace. Herrera ya comentaba durante la primera vuelta como se obsesiona el chino cuando no canta gol. Ayer fue sustituido por Ortuño cuando todavía faltaban veinte minutos y su equipo necesitaba un gol. Quizás colocarle junto a este último puede ser una opción a tener en cuenta para liberarle en el campo y quitarle presión a su cabeza.
David García se perderá el derbi. Salvo que el comité de competición deje sin efecto la amarilla que
vio anoche, la quinta de su segundo ciclo en lo que lleva de temporada, el de Maspalomas tendrá que
cumplir ciclo ante el Tenerife el próximo domingo. Esto obligará a Herrera a alinear
a Christian o Jesús Valentín junto al recuperado Aythami. Ambos jugadores no
han contado con muchos minutos durante la temporada, por lo que esperamos que
el entusiasmo pese más que la falta de rodaje en un puesto donde la confianza y
la continuidad es capital.
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