Los errores defensivos fueron determinantes...de nuevo. Incomprensibles. En
el partido de hoy se volvieron a repetir esas situaciones esperpénticas que
tanto están condenando a los amarillos en esta segunda vuelta. Esta vez le
volvió a tocar el turno a Casto, que mostró un elevado grado de nerviosismo
durante todo el partido, poniendo la guinda final a su desafortunada actuación con
esa salida en falso que propició el gol vallisoletano. Pero no fue únicamente
el portero extremeño el que se puso el traje de rey mago: Dani Castellano, en
una primera parte para olvidar, dejó pasar un centro largo poniendo el esférico
en bandeja a Hernán Pérez que, sin oposición ninguna, erró su disparo para
gracia del aficionado amarillo. Estos fueron sólo algunos de los errores más
pronunciados, pero la falta de intensidad, evidenciada principalmente en el centro del
campo, traía como consecuencia, una y otra vez, continuas pérdidas de balón y
obsequios al rival, como el cara a cara que tuvo Roger con Casto y que vino
propiciado por otro error en la media.
Este cáncer que se ha
instalado de manera definitiva en el once amarillo sólo puede ser
contrarrestado con una eficacia ofensiva proporcionalmente mayor que el
desacierto defensivo, pero esta condición no se puede dar en todos los partidos,
por lo que parece cada vez más claro que el nivel defensivo mostrado en la
segunda vuelta será el que nos conduzca, por tercer año consecutivo, a jugar la
promoción cuando, esta temporada, se estaba en una situación más que
privilegiada para asaltar el ascenso directo.
La dupla Ortuño - Araujo volvió a funcionar. Paco Herrera volvió a apostar por alinear de
inicio al yeclano y al argentino a la vista de los buenos resultados que le
estaban aportando últimamente, sobre todo en el Estadio Gran Canaria. Y la apuesta no le
salió mal, sobre todo en la primera parte donde la Unión Deportiva ejerció un
claro dominio local y creó buenas ocasiones - aunque esta vez falló la
efectividad -. Se vio especialmente incisivo a Araujo, al que la presencia de
Ortuño fijando a los centrales, le libera para entrar desde banda y encontrar más huecos que cuando era el único delantero en el once.
Preocupante baja forma física. No deja de ser cierto que fue un partido bastante
exigente en este aspecto, pero los jugadores titulares llegaron en un estado
físico bastante alarmante al final del partido. Sólo los cambios dieron una
bocanada de aire fresco a los amarillos para poder llegar al final del
encuentro con opciones reales de victoria, pero el bajón mostrado por varios
jugadores - sobre todo tras el ecuador de la segunda parte - fue bastante
evidente. Un claro ejemplo es Culio, que tuvo que ser estirado por sus
compañeros y animado a levantarse para no perder tiempo de cara a la
consecución del gol de la victoria.
No deja de ser sorprendente
que estos últimos diez partidos eran, precisamente, el objetivo final de la
mini - pretemporada que hizo el equipo a la vuelta de las navidades y que, a la
vista de los resultados, ha resultado a todas luces ineficaz.
Jonathan Viera, enchufado. Parece que al menudo mediapunta de la Feria le
viene mejor salir desde el banquillo que en el once titular. Con él en el campo
la Unión Deportiva logró quitarse de encima la empanada en la que se habían sumergido tras el gol visitante y un pase suyo a Araujo fue origen del gol
de los amarillos. Además de esa jugada decisiva aportó mucha movilidad a la
zona ofensiva local y siempre pidió el balón para después gestionarlo con
criterio. Si mantiene este nivel de aquí a final de temporada será una de las principales
bazas de Herrera para lograr el ascenso.
@Foto de portada: Carlos Díaz Recio en udlaspalmas.es
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