Afrontamos la recta final en
ascenso directo, tal y como queríamos, pero no como lo planeamos, las cosas van
así. Hay que saber sortear lo obstáculos de una categoría complicada y alocada.
Tanto que nadie podía pensar que esa Llagostera risueña y permisiva de agosto,
podría llegar a ser el mejor equipo de la segunda vuelta a estas alturas. El
pasado domingo se consiguió ganar un choque trascendental, produciéndose una
comunión entre afición y jugadores que erizó los pelos de estos últimos, como
manifestó Aythami Artiles, pero esto de
poco vale si no sirve de punto de inflexión de cara a los partidos que quedan.
Para ello, el míster está
poniendo hincapié en ensanchar el campo abriendo más las bandas, de suma
importancia en partidos cerrados como el siguiente que nos toca. Todo esto, en
aras de cambiar la dinámica del equipo fuera de casa. Independientemente que se
deba a decisiones técnicas o problemas de ejecución (seguramente ambas), está
claro que es el mayor debe del equipo a nivel de resultados. Estos tres años se
ha escuchado, y con razón, que se debía hacer
un fortín del desangelado e incomprensible recinto de Siete Palmas. Sin
embargo, esto no es suficiente en una liga tan disputada con cinco candidatos de
los que sólo ascienden dos de forma directa. Los números en casa son muy
buenos, pero raro sería que no se cediera algún punto más. Por tanto, para
defender la segunda plaza, la UD deberá superar su asignatura pendiente: los
partidos fuera contra equipos de mitad de tabla para abajo. Precisamente en uno
de esos estadios correosos en los que dicen que se ganan ligas, los amarillos tienen la reválida y a su vez la oportunidad de coger algún punto
de distancia con Sporting y Girona.
En Anduva, donde la peña La
Bañeza nos volverá a recordar lo que es la Unión Deportiva con la perspectiva
de los kilómetros, como muchos la hemos tenido que vivir durante algún tiempo.
Pensando en el Mirandés, no dejo de recordar que Herrera hace un mes dijo que
estaba considerando utilizar una defensa de cinco en campos como el de los
burgaleses, citando éste mismo. Lo cierto, es que particularmente siempre he
opinado que con los jugadores que hay, éste sería el sistema más natural,
siempre y cuando fueran Dani Castellano y David Simón los carrileros y se
diera la utópica situación que todos estuvieran al cien por cien.
No obstante, es difícil imaginar
un cambio de sistema para la próxima visita de los amarillos, dadas las
circunstancias generales y particulares, como las lesiones de Dani (que no se
entrenó ayer) y la sanción de Hernán. La plaza del palmero la ocuparán Vicente o Roque, seguramente este último. Mientrás que Jesús Valentín tendrá que esperar su oportunidad en el medio, como sustituto más natural de un apercibido Javi Castellano, que es
junto a Luis Hernández el único jugador de campo que lo ha disputado todo hasta
ahora, puesto que el también sportinguista Bernardo no pudo jugar ante el
Zaragoza por acumulación de tarjetas.
Para ganar el sábado, se deberá
presionar arriba como se hace en casa, además de tener la concentración y solidaridad
necesaria para llevar los partidos a nuestro terreno, lo cual es una de las
claves para salir de la mala racha fuera de la isla. La Dupla Araújo-Ortuño
está deseosa de dar a conocer su potencial lejos del Gran Canaria. Para que sus
actuaciones sean decisivas, se deberá tener la seriedad que tuvo el mediocampo amarillo contra el Girona,
pero también tendrán que menguar las imprecisiones atrás, sobre todo en las
marcas y a la hora de sacar el balón.
Foto Portada: Carlos Díaz Recio ©udlaspalmas.es