Soplo
de aire fresco. El que llegó ayer a Siete Palmas de la mano de Viera,
así como de jugadores que llevaban tiempo anhelando su oportunidad. El partido
sirvió para que Herrera viera que hay jugadores que tienen menos kilómetros a sus espaldas y que
pueden sumar mucho a la causa. Ayer, el titubeo inicial de la Unión Deportiva
fue disipado por un soplo de aire fresco procedente de la Feria. Jonathan desbordó,
creó, dio magníficos pases entre líneas y recordó al Viera que abandonó su isla
rumbo a la ciudad del azahar. Lideró un equipo en el que también destacaron jugadores
como Vicente y Asdrúbal, orgullosos supervivientes natos que demostraron que pueden ayudar mucho de aquí al final de
temporada.
Vuelve el box to box. Ese mediocentro voluntarioso y con
llegada que es Vicente Gómez -que aunque a veces ralentice el juego- te aporta
tanto trabajo como atrevimiento. El gol que marcó y celebró a rabiar fue el
premio a la constancia, a la confianza en sí mismo que siempre ha tenido el
canterano, el cual enseña como nadie lo que es la Unión Deportiva: Fe ciega.
Ayer se ganó con creces tener mayor protagonismo en lo que resta de temporada.
Sobre todo en partidos con espacios como el de ayer, su impetuosa vocación
ofensiva aporta mucha verticalidad al equipo. También imprime más solvencia a
uno de los mayores debe de los amarillos en el medio, la lucha de los balones
por alto, puesto que ni a Roque ni a Culio los formarían en Carolina del Norte.
Terapia con el Decano. Todo sea dicho, el Recre era el
rival idóneo para recuperar anímicamente a los futbolistas amarillos, puesto
que uno de los grandes culpables de la mala segunda vuelta ha sido el desplome psicológico. Por ello, tras pasar
por el diván de un permisivo equipo onubense, la Unión Deportiva debe utilizar
este aliciente para creer en sí misma, porque aunque hayamos cometido errores
no sirve de nada recrearse en ellos, solo continuar con la seguridad del que
puede y con la humildad del que debe. Se lo deben al menos a 11.000 incondicionales
que siempre están ahí, llueva, nieve o truene, porque la Unión Deportiva se
merece eso y más.
Torito
Bravo. Algunos podrán decir que hay amarillos más técnicos que
Asdrúbal, no les faltará razón, otros que a veces se pasa de revolucione, nada
que alegar su señoría, pero lo cierto es que es ese tipo de jugadores que
construyen oportunidades a base de presionar siempre de cerca al contrario,
propiciando recuperaciones o al menos ralentizando la circulación de balón del
contrario. Todo esto si el defensa de turno no comete un fallo, pues suele
obligar a su par a estar muy atento. Ayer Asdrúbal no jugó un partido
brillante, pero sí muy completo, pues trabajo mucho para el equipo y no cesó de
luchar. Aunque es cierto que al igual que Guzmán, gana mucho de revulsivo,
también creo que rinde mejor por el centro, concretamente de segunda punta.
Gracias a su alta presión e inherente anarquía, puede llegar a hacer más daño
intercalándose entre los centrales que con una marca fija. Aunque esto cuadra
más de revulsivo que de inicio, entre otros motivos porque implicaría modificar el 4-3-3, lo cual restaría comodidad a jugadores
que se encuentran bastante acoplados a este sistema.
Sweet Home Gran
Canaria. Con la
victoria de ayer, se igualaron los registros de la primera vuelta, por lo que se sigue confirmando que en el Gran
Canaria el equipo demuestra una solvencia inaudita en las diez temporadas que lleva el equipo en Segunda A. La Unión Deportiva es junto al Betis el mejor local de la categoría, pero el equipo
es otro cuando cambia de meridiano, eso es evidente. Dentro de dos días vuelve a haber jornada, lo
que supone una oportunidad de oro para aprovechar el chute de moral que ha
inyectado la victoria de ayer. Será en Pamplona, donde un Osasuna recién descendido
está pasando muchos apuros para continuar en la categoría de plata, pues actualmente
marca la salvación con dos puntos de diferencia con el Racing.
Foto portada: Carlos Díaz Recio ©udlaspalmas.es