El guardameta Casto Espinosa, que se ha convertido en la primera baja del club amarillo para esta temporada 2015-2016, se ha querido despedir de la afición amarilla con una emotiva carta en la que hace gala de su honorabilidad y de su honradez.
Casto, que rescindía su contrato con la entidad amarilla el pasado martes, ya suena para otros equipos como el Almeria. Pero antes de hacer público su fichaje por ningún otro club ha tenido el detalle de despedirse de la parroquia amarilla con las siguientes palabras:
Quiero agradecer a través de esta carta el año sensacional que he disfrutado en Las Palmas. Cuando al cabo de un tiempo uno hace un recorrido de todo lo que ha ido haciendo a lo largo de su vida, le vienen a la mente imágenes, momentos. Yo tengo la suerte que durante este año he guardado en la retina infinidad de recuerdos, pero todos ellos con un color protagonista: el amarillo.
Siempre podré decir con orgullo que yo estuve en el mítico ascenso de Las Palmas de 2015. El del gol de Araujo cuando el partido empezaba a agonizar. Y que sufrimos, como ya había sufrido Las Palmas un año antes, pero esta vez con distinto final. El final que ya había merecido este club un año atrás.
Todo el que ha jugado a fútbol sabe que ascender es muy difícil. Una temporada es muy larga y se producen muchos momentos buenos y malos. Y ahí es donde la fortaleza del grupo se pone a prueba. Si no hubiera existido el grupo sano que ha habido en el vestuario, el sueño del ascenso hubiera sido imposible. Gracias a mis compañeros, amigos, por haberme dejado disfrutar de este año a vuestro lado.
No puedo despedirme sin agradecer también al míster y a todo su cuerpo técnico; al presidente y toda su junta directiva, y al resto de trabajadores del club que me han hecho la vida más fácil y agradable. Ha sido un orgullo formar parte de este club.
Y a vosotros, aficionados, gracias por el cariño que me habéis transmitido a nivel particular y el apoyo que nos habéis dado a todo el equipo durante la temporada. Os merecíais como nadie este ascenso.
Un fuerte abrazo,
Casto