La Unión Deportiva retornó a la Liga de las Estrellas el día de su 66 aniversario ante el conjunto que más dinero se ha gastado este verano en fichajes, y lo hizo con un saldo negativo en la cuenta pero positivo desde el punto de vista anímico, pues las sensaciones fueron que el conjunto de Simeone no gozó de oportunidades claras de gol, salvo a balón parado. Gracias a que Herrera juntó las dos líneas de atrás con la defensa de cinco, lo cuál maniató a los rojiblancos más creativos -Koke y Oliver Torres- que poca trascendencia tuvieron en el encuentro de ayer. El juego interior de los colchoneros fue anulado debido a la anticipación de un Aythami Artiles -que se le vió muy cómodo de líbero custodiado por dos marcadores- y a un Javi Castellano que terminó el partido con problemas en la rodilla.
Solidez a costa de fluidez. El catalán acertó con el cambio de sistema, haciendo que el equipo sufriera en defensa menos de lo que nos tienen acostumbrados. Sin embargo, este modelo todavía está en obras, porque la sobriedad en tareas defensivas se consiguió en detrimento de la circulación de balón arriba. Araújo estuvo desasistido, lo que hizo que trabajara mucho pero recibiera pocos balones. Su socio arriba, Viera (no Vieira) fue el que más lo intentó, pero el restarle un hombre al tridente ofensivo le quitó también dinamismo y clarividencia al ataque amarillo. Cada vez que recuperaban el balón acertaban al no ir al ataque como pollos sin cabeza y darle tranquilidad al juego, jugando hacia atrás si era necesario, pero después no encontraron la fórmula de conectar con los de arriba, pues el sistema hacía que los laterales largos y Roque Mesa fueran los únicos nexos entre el medio del campo y la delantera, pero éste último se tuvo que aplicar tanto en defensa que no pudo darle fluidez al juego amarillo. Sin duda, el teldense brilla más cuando está más liberado y se ubica unos metros más arriba, como se vio en los play-off de ascenso.
Un pilar llamado Bigas. El mallorquín debutó con solvencia en partido oficial con la elástica amarilla, la misma que se había atisbado durante la pretemporada al bregarse con arietes de menor exigencia. Secó con maestría tanto a Griezmann como a Jackson Martínez, la nueva perla del manzanares. Además, cuando tenía que sacar el cuero lo hizo con mucho criterio y rapidez, sin titubeos para sumarse al ataque cuando era necesario. Menos suelto con el balón estuvo otra de las incorporaciones, Antolín Alcaraz, el cuál requiere más rodaje para que saque a relucir una de sus dos grandes virtudes, la salida de balón. La otra, los balones por alto, la tiene más que pulida, pues ganó sucesivamente a los madrileños por arriba, que ha sido siempre una de las señas de indetidad del equipo del argentino.
El fútbol no es dos más dos. Las buenas sensaciones reflejadas ayer por los de Herrera han endulzado un poco el mal sabor de boca que dejaron algunos partidos de la pretemporada. El sentimiento general es que si se compitió y se perdió por la mínima ante uno de los grandes, se podrá conseguir una mayor renta contra los Getafe, Rayo o Levante, nuestro siguiente rival. No obstante, el fútbol no es una ciencia, y mucho menos una disciplina exacta, por lo que habrá que ver como se se defiende el equipo ante otro tipo de adversarios. El choque de ayer fue un partido típico de principio de liga, en el que a ambos conjuntos le falta todavía mucho rodaje y poco se parecen a lo que serán dentro de unos meses, donde esperemos que la Unión Deportiva esté luchando con orgullo por la permanencia. Ahora mismo, lo único que se puede hacer es disfrutar el momento, que bastante nos ha costado conseguirlo, trece años nada menos.
Foto portada: Felipe Sevillano © as.com