La desesperación y la resignación amarilla volvieron a
renacer esta vez en el Coliseum Alfonso Pérez. Una desaparecida UD, sin presión ni consistencia,
quedó a merced de un Getafe con las ideas claras y bien organizado cuando no
estaba en posesión del balón. Desde el banquillo, los cambios realizados dieron
algo más de empuje al equipo aunque se ahogaron con el paso de los minutos.
Paco Herrera cambió el sistema. propuso el sistema de juego que el año pasado
dio el ascenso a la Unión Deportiva, con la intención de llegar con más
efectivos al ataque y de tener una línea de presión más alta. Pero nada más
lejos de la realidad. El equipo de inicio salió dormido y cuando todavía no
había terminado de asentarse en el campo ya se encontraba con 2 goles en contra.
La defensa sin comunicación. Los goles encajados ante el Getafe
dejan a la vista que hubo falta de entendimiento en la retaguardia durante el
encuentro. Las veces que el conjunto azulón atacaba la portería de Varas, cogía
la espalda a los jugadores amarillos que nada tenían que hacer.
David Simón y Garrido se sumaban al ataque pero con poca
claridad a la hora de realizar centros o buscar la mejor opción. Simón echó en
falta la cobertura que da la defensa de 5 y en la segunda mitad le costaba
bajar cuando se terminaban los ataques.
Por su parte, a Garrido se le vio falto de ritmo al comienzo
del partido y a medida que avanzaba el partido se fue mostrando más pero, por
algún motivo, sus compañeros no eran capaces de ver sus subidas por banda.
El centro del campo estuvo ausente. Que Wakaso es un jugador
eléctrico y con clase nadie lo duda, pero está claro que no puede ser el
encargado de salir jugando con el balón y a la vez ser la contención de los
atacantes rivales. Estuvo nervioso y errático a la hora de dar los pases, y
como ya nos tiene acostumbrados, al borde de la expulsión una vez más.
También es cierto que Culio y Roque no ayudaban a mantener
la medular, ya que en el campo se encontraban muy abiertos y luego no llegaban
a hacer las ayudas y coberturas necesarias.
En lo que se refiere a la delantera titular dejó luces y sombras. Viera se mostró activo tratando de asociarse tanto con la defensa como
con la delantera pero no estuvo fino a la hora de dar el último pase y sus compañeros tampoco le ayudaban.
Araujo y Nauzet completaban el once inicial. Ambos jugadores
en un estado de forma física fuera de lo ideal tuvieron poca movilidad arriba y
se mostraron lentos a la hora de ejecutar las acciones de peligro.
Con el sistema 1-5-3-2 se decía que Araujo era el jugador damnificado
ya que estaba solo arriba y luchaba por obtener algún balón entre los defensas,
pero lo cierto, es que este jugador no acaba de arrancar esta temporada y la
efectividad y velocidad con las que el año pasado deslumbraba a la isla no termina de aparecer ni con el sistema propuesto por Herrera en la jornada de ayer.
Los cambios. El entrenador catalán buscó un poco más de toque y que
circulara con fluidez el balón. Con William, la UD tuvo más presencia en el
campo del Getafe ya que fijaba a los centrales y acumulaba más gente arriba
pero no hubo grandes mejorías. Mientras, Valerón y El Zhar no tuvieron gran
incidencia en el encuentro y con el transcurso de los minutos se hicieron partícipes de los
problemas que planteaba el equipo.