No es que sea yo muy dado a los tópicos, tan siquiera a los
dichos populares, pero lo que ocurrió ayer en el Estadio de Gran Canaria,
atendió a varios tópicos, como por ejemplo el del titular, en el minuto 90
Willian José certificaba un partido que parecía abocado al empate.
Con Quique Setien se ve otro futbol, ahora bien las
carencias del equipo amarillo siguen siendo las mismas, poca pegada arriba y
despistes que cuestan caro, se ha cambiado la línea de cinco defensas por la de
cuatro, y en este partido pudimos ver en el centro de la zaga a la dupla inédita
de Hernán y Garrido, exigencias del guion ante una defensa mermada por las
bajas.
En ocasiones el fútbol conminativo que nos ofrece el nuevo míster
no siempre da los frutos deseados, el conjunto amarillo se dispersa en la
inmensidad de un centro del campo profundo y de calidad, pero que unas veces no
enlaza todo lo bien que debería, o los artilleros del equipo canarión no afinan
su puntería, el partido planteado ante el Betis fue valiente, me recordó al
partido que se jugó en la segunda jornada contra el Levante, con un equipo que
planteaba juego sobre el tapete y otro que esperaba la contra o se defendía, de
hecho no creo que fuera el único que se le paso por la cabeza que este
encuentro tendría mismo resultado final.
La victoria se hizo esperar, casi que no enlaza del todo
bien el brasileño héroe indiscutible de ayer, pero al final tiro de casta –hoy vamos
de tópicos- para lanzar la pelota al fondo de las mallas, son tres puntos que
alivian la herida pero no la curan, en este minuto estamos a un solo punto de
la salvación, aunque pueda parecer pronto ya todo suma o resta.
Cuando todos pensamos que sería un punto más, de esos con
mal sabor de boca, ya que uno sacando la cuenta, resuelve que son varios los
empates -de los que uno se arrepiente- de no haber sacado dos puntos más, más
que el tibio consuelo, que puede provocar el puntuar y al menos no perder, pero
siempre con la sensación de dominio de la Unión Deportiva, puede ser que sea
una piedra de toque, que el equipo amarillo se lo crea un poco más.
La cuestión
es que sin duda el fútbol es un estado de ánimo y en jornadas como esta uno
empieza la semana con otro semblante, si fueron tres puntos, si es verdad aún
no salimos de la zona de descenso, pero que bien sienta ganar en el último
minuto, y oiga que de tópicos va la cosa -si el fútbol es un estado de ánimo-,
que buen ánimo da ganar de esa manera, a nuestra forma, sufriendo, las cosas
que cuestan una vez conseguidas, se aprecian más.