Victoria de prestigio de la Unión Deportiva Las Palmas ante la Real Sociedad cimentada en un fútbol resolutivo que se gestó a partir de una defensa sólida y se aderezó con un elaboración vertical y veloz cuando se volcaba al ataque. Con estos tres puntos la permanencia se vislumbra mucho más cercana.
La UD Las Palmas saltó al irregular terreno de juego de Anoeta con un 4-1-4-1 como esquema, claro y bien definido, aporta equilibrio entre ataque y defensa. No obstante, la UD Las Palmas sufrió ante el empuje de la Real Sociedad que propuso desde el inicio un encuentro directo, con poca creación y muy vertical. En los primeros compases del encuentro el viento soplaba a favor de los donostiarras que mantenían un cerco continuo sobre el área de Javi Varas. La UD Las Palmas se defendía con acierto, neutralizando casi todas las acciones locales. No obstante, le costó de inicio poder sacar la pelota de forma aseada desde atrás en la primera fase del partido.
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La defensa, en general, rayó a un nivel muy alto. Foto: ©LFP.es |
Poco a poco las fuerzas se fueron equilibrando pues el conjunto insular supo adaptarse al tipo de partido planteado por la Real. Así, pudo generar juego con pulcra salida de pelota pero con menos elaboración y más vertical de lo habitual en los amarillos. Así, prácticamente en la primera acción de ataque de Las Palmas se lograría un córner que en su lanzamiento acabaría llegando a los pies de Aythami Artiles que en un quiebro sería derribado por Íñigo Martínez. Penal indiscutible que en su resolución traería polémica. Lanzaría la pena máxima Jonathan Viera de una forma excesivamente pausada, esperando a que Rulli se venciera a un lado, y su estratagema se volvió en su contra pues fue el arquero txuri-urdin quien le adivinó las intenciones y le detuvo el penal. La repetición de la jugada demostraría que el portero había adelantado más de medio metro su posición lo que, sin duda, le beneficiaría en su parada.
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Momo volvió a cuajar un partido sobresaliente. Foto: ©LFP.es |
El partido continúo por los mismos derroteros, si cabe aumentando aún más la velocidad en el juego. Por algunos instantes fue un auténtico correcalles donde Oyarzabal y Carlos Vela por bandas generaban mucho peligro con centros al "tanque" Jonathas al corazón del área. En esta fase del partido se vio desasistido a un superado Garrido ante la calidad de Carlos Vela, las ayudas puntuales de Momo o de Viera se volvían insuficientes. En una nueva jugada combinativa de los amarillos llegaría la acción que la postre sería determinante en el partido. Tana se disponía a rematar dentro del área un balón franco de cabeza cuando Martínez elevaría la bota demasiado en una acción de jugada peligrosa que el árbitro pitó en su contra. Ese libre indirecto dentro del áreo, poco usual de ver, sería puesto en movimiento por Momo, Viera y rematado por Willian José que remataría raso para anotar el gol del encuentro. Era prácticamente el minuto 40 de encuentro y ya no daría tiempo para más en la primera parte.
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Willian José volvió a mojar y sigue siendo el máximo goleador amarillo. Foto: ©LFP.es |
Tras la reanudación, la Real asumió todos los riesgos en la elaboración de juego ante una UD Las Palmas que se dejaba dominar y que se encontraba relativamente cómoda en esa situación. La UD cortó todas los pasillos de pase delante de su frontal, ofreciendo siempre los flancos como únicos lugares para la proyección ofensiva realista. Tanto David García como Garrido, ambos con cartulinas amarillas, se vieron reforzados en todo momento con los apoyos de Momo, El Zhar o Tana y con Roque Mesa omnipresente como coche escoba para todos. Pero si hay que destacar alguna figura por encima de todos debe ser la del uruguayo Mauricio Lemos. El número tres amarillo ha realizado un partido imperial, sobresaliente al corte, excelente en el juego aéreo, excelso en la salida de pelota y generoso en el esfuerzo, ha sido un muro infranqueable para todo el ataque txuri-urdín.
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Roque Mesa, coche escoba. Otro partido enorme del teldense. Foto: ©LFP.es |
Los segundos 45 minutos se jugaron en un campo aparentemente desnivelado hacia el área de Javi Varas. El sevillano en las contadas acciones que tuvo que intervenir lo hizo siempre de forma solvente. La Real Sociedad a la desesperada iba acumulando ocasiones con más corazón que criterio abonando el terreno para las rápidas y verticales contras de los amarillo que éstos nunca supieron aprovechar.
Pese a la emoción y la intensidad del segundo periodo, la UD Las Palmas controló el encuentro en una demostración de la madurez de la idea de Quique Setién y Eder Sarabia. El conjunto supo adaptarse al encuentro y asumió una mentalidad defensiva para apuntalar el marcador y buscar en las contras ocasiones, que las tuvo y varias, de aumentar el marcador sin poner en riesgo el botín ya obtenido.
En la segunda victoria amarilla en San Sebastián en toda la historia, la UD prácticamente allana su camino para lograr la permanencia. Una victoria lograda con un fútbol eficiente, sólido en la defensa y resolutivo en la creación que genera una sensaciones magníficas.