Las Palmas Atlético no pudo pasar del empate ante un bravo conjunto conejero que impuso al partido un nivel altísimo de intensidad y brusquedad. El filial amarillo acabó con diez jugadores tras la expulsión de Jefté por caer en la provocación de un rival que simuló ser agredido.
Todas las miras de la jornada en el grupo canario de la Tercera División estaban puestas en lo que acontecería en el Juan Guedes de Tamaraceite. Y el partido no defraudó respecto a la emoción y la intensidad pero sí en lo futbolístico, en un partido excesivamente trabado, con poca circulación de la pelota y con muchas acciones por parte de los visitantes que rayaban el límite del reglamento en una actuación arbitral que, con la sana intención de ser dialogante, pecó de condescendiente con el Lanzarote.
El conjunto grancanario proponía el fútbol y el Lanzarote la resistencia y un plan definido de aguantar el cero a cero inicial, desquiciar a su rival y aprovechar las pocas ocasiones que pudiera disfrutar. Se llegaría al cuarto de hora con sólo dos ocasiones, ambas amarillas, en las botas de Manu Dimas y Jefté Betancor. Éste último se convertiría en triste protagonista al caer en la provocación de Fran Gil que simuló ser agredido por el delantero amarillo. La pésima obra teatral que realizó el jugador conejero logró su objetivo y el árbitro acabó expulsando a Jefté en medio de una ola de indignación generalizada entre las filas amarillas.
A pesar de jugar con diez Las Palmas Atlético, las hojas de ruta de ambos conjuntos no cambiaron ni un ápice. El filial seguía jugando al fútbol y con la iniciativa de abrir el marcador mientras el Lanzarote se mostraba fuerte, bien pertrechado en cada acometida a su área y salía con los efectivos justos en sus tímidos ataques al arco amarillo.
El partido, excesivamente trabado en ocasiones por las numerosas faltas y entradas duras, no vería su primer gol hasta el segundo periodo. Las Palmas Atlético había avisado de sus claras intenciones con varias intentonas con disparos de media distancia e incluso un gol anulado a Fuli por fuera de juego. Sería gracias a una falta desde la frontal como se abriría el marcador. En jugada ensayada, Álvaro Arencibia anotaría de bella factura un gol que hacía justicia hasta ese momento con lo visto en el partido (1-0).
El gol espoleó a los de Mingo Oramas que disfrutaron de sus mejores minutos con una fase de buen juego donde buscaron con ahínco el gol de la sentencia en inferioridad numérico. Pero la veteranía y el oficio del Lanzarote castigó al filial pues por medio de Miguel Gómez serían los lanzaroteños quienes marcarían el segundo tanto del partido y el definitivo empate a uno celebrado en las filas rojillas como si de un título se tratara.
Empate injusto a tenor de lo visto en el juego y a la propuesta del conjunto grancanario. Un empate entre 1º y 2º que comprime aún más la ya de por sí estrecha zona alta de tabla tras la victoria del Sta Brígida que se posiciona colíder junto al filial amarillo. El Lanzarote, a un punto de distancia, cae a la 3ª plaza y por detrás de éste se mantiene a cuatro puntos de la cabeza el Tenisca que no pudo pasar del empate en su campo ante un sorprendente Unión Puerto.
