Muchas han sido las cualidades que han llevado a esta U. D. a alcanzar el objetivo de la permanencia de una manera tan holgada, pero una de ellas destaca por encima del resto. El espectáculo circense desplegado por los amarillos en la medular ha traído como consecuencia que el equipo, desde la llegada de Setién, figure entre los primeros clasificados en el apartado de posesión y pases - solo superado por Madrid y Barça -o que jugadores como Roque Mesa y Jonathan Viera se hayan colado entre los mejores pasadores del torneo en un ranking a priori reservado a jugadores pertenecientes a las plantillas de los tres colosos. Estas estadísticas y los halagos que, a nivel nacional, ha recibido el juego del equipo se fomentan en el buen trato que recibe el balón por parte de una serie de jugadores nacidos en la isla y que se han empeñado en encasillar al equipo de su tierra con la etiqueta de la calidad.
Esta coralidad en la zona ancha del campo se ha logrado desde que Setién se empeñara con su llegada allá por octubre en demostrar que ese equipo de tan bajo presupuesto atesoraba mucha más calidad de la que inicialmente se pretendía mostrar. Poca más gente aparte de él creyó en una idea de juego basada en la posesión y en el buen gusto. Rescató del baúl de los desechados a Vicente, Tana y Momo para juntarlos con Viera y Roque Mesa. Ellos cinco, junto con las esporádicas apariciones del mago Valerón y de Hernán, lastrado por sus continuas lesiones, formaron una orquesta sinfónica de marcado acento local en la que el balón cobró todo el protagonismo. Precisamente el hecho de no tratarse de nuevos jugadores, sino de los que ya formaban parte de la plantilla en la pasada temporada ha dado mayor valor aún al éxito conseguido por este elenco de jugones que han deleitado con su juego a propios y extraños.
El caso de Vicente Gómez no deja indiferente a nadie. No entró en ningún momento en los planes de Herrera, lo cual le llevó a plantearse seriamente abandonar la disciplina amarilla. Pero en ese momento llegó el presidente para convencerlo de que sería abanderado de la nueva U.D. y que debía quedarse para poder verlo con sus propios ojos. El de Schamann firmó su ampliación de contrato desde la frustración que supone el ostracismo pero con la esperanza de que su trabajo diario convenciera a quien supiese valorarlo.
Y así mismo fue...la polémica destitución de Herrera trajo consigo la incorporación de Setién y este, desde el primer partido, no dudó en otorgarle la batuta del equipo. A partir de ese momento Vicente se ha convertido en un excelente domador de rivales cuando le han tocado tareas de contención y en trapecista cuando ha tenido como función la salida del balón. Solo la inoportuna lesión de clavícula sufrida en copa y que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante dos meses frenó la meteórica proyección del centrocampista durante una temporada que ha supuesto su consagración definitiva al máximo nivel.
Vicente conduce el balón ante la mirada de Denis Suárez y Samu Castillejo |
Junto al cuatro ha emergido la figura de todo un kaiser como Roque Mesa. Su corta estatura ha resultado ser inversamente proporcional a la inmensa figura en la que se ha convertido el jugador teldense. La lesión de Vicente provocó que Setién cambiara el sistema y jugara con un único pivote. Esta responsabilidad recayó sobre el quince amarillo, que la asumió con naturalidad y la ejecutó con galones. Su primer puesto a nivel nacional en el apartado de recuperaciones - 258 - y su octava plaza en el de pases ejecutados - 2039 - nos dejan bien a las claras que estamos ante un coloso contorsionista que se adapta con la misma facilidad a los roles destructivos y constructivos.
Ordenado, disciplinado y brillante, Roque se ha apoderado sin piedad de la zona ancha amarilla convirtiéndose en toda una garantía para la iniciación del juego de la U.D. Mesa, de 26 años y que jugaba en Segunda B hace menos de dos, ha demostrado a toda España que la convicción en su propio juego, la profesionalidad y el trabajo diario son los ingredientes necesarios para que una buena receta balompédica alcance las máximas cotas de exquisitez.
Roque realiza un dribling ante Modric y Kroos en el Santiago Bernabeú |
La otra gran apuesta de Setién para con su nuevo equipo fue la de Tanausú Dominguez. Apuesta mucho más arriesgada que la de Vicente, puesto que se trataba de un jugador que, ni siquiera en la Liga Adelante, había contado en ningún momento con la confianza de Paco Herrera. El de San Cristóbal siempre tuvo, desde que llegase a la final del Torneo Alevin de Brunete, la vitola de eterna promesa. Sin embargo, parecía que por razones de disciplina esa perla talentosa nunca iba a pulirse definitivamente. Todo cambió con la llegada del cántabro, que le concedió la mediapunta al menudo jugador en detrimento de un Jonathan Viera relegado a la banda. Sólo le pidió sacrificio defensivo, y Tana no defraudó a su entrenador, puesto que a su buen rendimiento ofensivo - 5 goles y 4 asistencias - suma el hecho de figurar siempre entre los que más kilómetros recorre en cada partido. Sin duda, otro malabarista del balón que ha contribuido de manera notable a la consecución de la permanencia y, de paso, ha conseguido dejar atrás la condición de promesa para convertirla en toda una realidad futbolística.