Intrascendente goleada en
contra para finalizar una notable segunda vuelta que hace tiempo permitió que
la UD esté entre los grandes al menos un añito más. El Málaga se despidió de su afición hasta
agosto con goleada a costa de unos amarillos que, aunque controlaron la
posesión del balón, no hicieron lo propio con el partido. Los de Setién
acabaron exhaustos, acusando el cansancio acumulado a lo largo del partido y
sobre todo de la temporada, lo que hizo
que los espacios entre líneas fueran mayores de lo habitual. Esto fue aprovechado por los malacitanos, que no perdonaron a la contra y estuvieron contundentes en ambas áreas, todo lo
contrario que la UD que, en una no pudo con el Memo Ochoa ni en la otra con
Charles. Esas fueron las claves para que el partido acabara con un resultado excesivamente abultado y engañoso a tenor de lo que se vio en el terreno de juego.
Defensa
sin piloto automático. Seguramente de jugarse ayer algo la UD,
no se hubieran cometido los errores defensivos que propiciaron los tantos blanqiazules.
El fútbol es de pequeños detalles, de ese balón dividido o ese metrito de más o
de menos, véase por ejemplo el gol de Cop en el que se metió a sus anchas por
el medio de la cocina amarilla para rematar a placer. Cosa que no es de extrañar
en una defensa que sin intensidad tiende al despiste, aún más. Como bien dijo
Setién es para tomar nota, pero tampoco para alarmarse ni mucho menos, pues la
zaga con el resurgir del Gran Capitán, la grata irrupción de Lemos –hoy algo
desacertado- y un siempre solvente Pedro Bigas –por poner algunos ejemplos- ha
realizado una notable segunda vuelta. Ahora a descansar espartanos.
Exhibición
de Roque para concluir la temporada de su vida. Hasta
ahora, porque con el menudo canterano nunca se sabe. Su debut en la liga de las
estrellas ha sido de matrícula, funcionando como motor y brújula del juego
amarillo. Fue el más inspirado de los suyos en la Rosaleda para despedirse de
una excelsa temporada, la mejor hasta ahora de su carrera a nivel individual.
Es cierto que Viera ha sido el jugador más trascendental de los amarillos, pero
el teldense el más imprescindible. Si faltaba el primero habían jugadores que
podían hacer funciones similares. Sin embargo, si se ausentaba Roque el juego de
los suyos variaba drásticamente, convirtiéndose éste más directo y menos elaborado.
Foto portada: © laliga.es.