La oficialidad y la realidad suelen ser conceptos muy distintos, en ocasiones prácticamente desconocidos, puros antónimos. Desde hace más de un lustro la UD Las Palmas vende su proyecto deportivo como un "Proyecto de Cantera". Un slogan que es una verdad a medias, una frase que es pura marca, ya saben como aquella de "Hacienda somos todos" que al final, en palabras del propio ministro de Economía, no era real, tan sólo una forma como cualquier otra de vender un producto.
Las Palmas miró a su fuente inagotable de talento en la temporada 2010/11 tras una ambicioso (sic) proyecto anterior que debía cumplir con una promesa personal de Miguel Ángel Ramírez de regresar a la Primera División en cuatro temporadas tras salir del pozo de la Segunda B. Fracasada aquella intentona de ascender con un equipo que, visto con el criterio que aporta la distancia y el tiempo, sólo puede provocar sonrojo y sorna a partes iguales, la UD miró hacia la producción propia.
La cantera como recurso para buscar una identidad extraviada, sí, pero también claramente forzada por la coyuntura económica: crisis global, caída de unos patrocinios ya de por sí bastante pobres, casi sin derechos de TV, con el Gobierno de Canarias retirando ayudas, con unos ingresos por abonos muy modestos, etc. No le quedó otra a Miguel Ángel Ramírez que mirar a la Cantera como tabla salvadora. Se promocionó a los mejores valores con la idea de lograr crecer poco a poco y reforzar los vínculos de la grada con el césped gracias a los canteranos.
Por medio hubo mucha repatriación del talento extraviado o exportado anteriormente forjado en Barranco Seco. Regresaron así tanto Guayre como Jorge Larena, Valerón como Nauzet Alemán, los Castellano y Ángel López. Tras muchos años fuera de la casa amarilla seguían manteniendo el estatus de canteranos para dar lustre al proyecto de cantera cuando realmente la apuesta por el imberbe diamante era ciertamente comedida.
El semillero acabó dando sus frutos a pesar de seguir sin dar el salto necesario para lograr el soñado ascenso. Así, se pasó de vender a Colungas y Rondones a vender a Vitolos y Jonathan Vieras. Las cuentas económicas seguían mandando sobre la parcela deportiva y los asientos bancarios tenían que cuadrar al cierre del ejercicio económico. Por el camino quedaron muchos canteranos que por distintos motivos no tuvieron la suerte de asentarse ni de contar con la confianza necesaria: Ruymán, Aythami Álvarez, Juampe entre otros.
Las Palmas miró a su fuente inagotable de talento en la temporada 2010/11 tras una ambicioso (sic) proyecto anterior que debía cumplir con una promesa personal de Miguel Ángel Ramírez de regresar a la Primera División en cuatro temporadas tras salir del pozo de la Segunda B. Fracasada aquella intentona de ascender con un equipo que, visto con el criterio que aporta la distancia y el tiempo, sólo puede provocar sonrojo y sorna a partes iguales, la UD miró hacia la producción propia.
La cantera como recurso para buscar una identidad extraviada, sí, pero también claramente forzada por la coyuntura económica: crisis global, caída de unos patrocinios ya de por sí bastante pobres, casi sin derechos de TV, con el Gobierno de Canarias retirando ayudas, con unos ingresos por abonos muy modestos, etc. No le quedó otra a Miguel Ángel Ramírez que mirar a la Cantera como tabla salvadora. Se promocionó a los mejores valores con la idea de lograr crecer poco a poco y reforzar los vínculos de la grada con el césped gracias a los canteranos.
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| Desde su inicio, el proyecto de cantera ha sido una mezcolanza de canteranos de ayer y hoy. Foto: ©Marca.com |
El semillero acabó dando sus frutos a pesar de seguir sin dar el salto necesario para lograr el soñado ascenso. Así, se pasó de vender a Colungas y Rondones a vender a Vitolos y Jonathan Vieras. Las cuentas económicas seguían mandando sobre la parcela deportiva y los asientos bancarios tenían que cuadrar al cierre del ejercicio económico. Por el camino quedaron muchos canteranos que por distintos motivos no tuvieron la suerte de asentarse ni de contar con la confianza necesaria: Ruymán, Aythami Álvarez, Juampe entre otros.
Más allá de los éxitos de los equipo filiales amarillos en sus edades más tempranas, que de forma habitual suelen salir campeones en sus competiciones en el ámbito regional. La realidad de la cantera la marca la trayectoria de Las Palmas Atlético y su cordón umbilical con el primer equipo. Y no hay que ser muy avispado para ver que corren malos tiempos en el máximo exponente formativo del representativo a pesar de la pujanza de los más jóvenes valores.
Las Palmas Atlético hace un año descendió a Tercera División en una temporada que fue de más a menos de una forma vertiginosa. En esta campaña recién acabada no logró el ascenso tras quedar tercera en la liga regular. Dos fracasos consecutivos que vuelven a poner el cuenta kilómetros a cero en el equipo formativo. Con la llegada de Manolo Márquez se espera impulsar un nuevo proyecto donde se recupere la categoría de bronce perdida hace ya dos temporadas y además se forjen nuevos valores capaces de nutrir al primer equipo.
Este último punto es el principal borrón en el proyecto de cantera pues tras la hornada de Vitolo, Viera, Tyronne, Hernán o Vicente Gómez, vino la de Roque Mesa y David Simón y ahí se paró de forma abrupta el tránsito natural de jugadores desde el filial hacia la primera plantilla. En la última temporada sólo un único jugador ha podido disfrutar de cierta continuidad, y ese no es otro que Nili Perdomo.
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| Nili siempre dejó buenas sensaciones en todas sus actuaciones. Aquí ante el Valemcia en Copa. Foto: ©GradaCurva.com |
Tras acabar contrato el pasado 30 de Junio se incorpora a las filas del Barça "B". Las negociaciones con la UD Las Palmas oscilaban entre la frialdad y la lejanía entre lo que ofrecía el club y lo que aspiraba el jugador. Y no sólo estamos hablando de un tema económico, sino de apuesta, de una confianza en sus posibilidades por pelear un puesto en el primere equipo.
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| Manu Dimas en acción. Foto: ©GradaCurva.com |
Ya la pasada temporada el filial amarillo sufrió una profunda renovación tras el descenso de categoría con la marcha de jugadores que habían sido emblemáticos como Ayoze Placeres, Jesús, Leto, Néstor Gordillo, Pipo o Castaño entre otros. Se mantuvieron en el equipo jugadores como Nili, Matías, Dimas, Arencibia, Óscar, Borja Herrera o Raúl Alemán, pero su calidad y experiencia han sido insuficientes para lograr el objetivo a pesar de ser reforzados con la mejor materia prima del resto de categorías inferiores.
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| Alineación de Las Palmas Atlético ante el Sanluqueño en la 2ª eliminatoria del ascenso. Foto: ©GradaCurva.com |
Ayer el club hizo pública la rescisión de contrato de Jesús Valentín, otro canterano forjado en Las Palmas Atlético del que se esperaba mucho más, pero que tras casi un año inédito en la primera plantilla y una insustancial cesión al Huesca donde no logró asentarse en la titularidad, marcha libre dejando un sabor agridulce sabedores de sus virtudes deportivas.
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| Tyronne hará la pretemporada con el primer equipo, pero no tiene asegurado el puesto. Foto: ©GradaCurva.com |
La confección de la plantilla 2016/17 que tendrá a su disposición Quique Setién se esboza, en sus primeros trazos, como muy lejanas al axioma de Proyecto de Cantera. Sin canteranos repescados en su momento que se han retirado o se les rescinde contrato (Valerón, Nauzet y Ángel López), con canteranos cedidos que a su regreso se les enseña la puerta de salida (Jesús Valentín y presumiblemente Asdrúbal, Héctor Figueroa, Leo, José Artiles y Carlos Gutiérrez) y la posible venta de Roque Mesa al Sevilla, tan sólo queda, de momento y salvo sorpresa, la ya confirmada participación de Tyronne en la pretemporada como apuesta en firme por la aportación desde la cantera.
El exjugador de Barakaldo y Huesca, se sumará así a Los Viera, Castellano, Lizoaín, Aythami, Tana, Vicente, Simón y demás dentro de una caseta que, a pesar de mantener una alta cuota de canterano heredada de anteriores temporadas, con las exigencias de la 1ª división parece forzada a perder paulatinamente su sabor a mojo picón.
Las plantillas cortas son del gusto de Quique Setién que prefiere tener un clima controlado en el vestuario a muchos jugadores pero insatisfechos por no contar con los minutos que ellos esperan. Así, quiere canteranos "ascensores" que entrenen con el primer equipo y que compitan con el filial para que estén listos para ser convocados con la plantilla profesional cuando sea necesario. A falta de fichajes, el Stage en Maspalomas contará con 26 efectivos de los cuales cuatro son canteranos que cuentan, a priori, con pocas posibilidades de quedarse: Asdrúbal, Héctor, Leo y José Artiles.
