23 de agosto de 2016

LA CARA B II VALENCIA C.F. - U.D. LAS PALMAS



Oda a la puntería. El partido de ayer se recordará, además de por colocar a la U.D. por primera vez en décadas en puestos de Champions League, por el insuperable nivel de efectividad mostrado por los amarillos que, en las cuatro ocasiones que dispararon entre los tres palos, anotaron cuatro goles que, además, destacaron por su bella factura. Al contrario que la temporada pasada, en la que se necesitaban un gran número de ocasiones para poder hacer subir goles al marcador, en la noche de ayer los nuevos fichajes se encargaron de transformar en dianas todo lo que remataron. Entre todos ellos quizás cabe destacar el gol de Kevin Prince Boateng, que con un cabezazo en plancha desde el punto de penalti supo desviar el preciso centro del El Zhar para ponerlo al palo contrario, donde su experiencia le dijo que nunca llegaría el portero rival. Gol de jugón que sirvió para culminar de manera excelsa una remontada por la que nadie hubiera apostado tras el tempranero gol de Santi Mina.

Javi Varas descomunal. Y si la U.D. estuvo muy fina en el área rival, en el área propia destacó sobre el resto la figura del cancerbero amarillo. Como el buen vino, Javi Varas mejora con la edad como demostró ayer con sus 23 intervenciones en las que, literalmente, se partió la cara para hacer buenos los goles de sus compañeros de delantera. Inexpugnable por alto, sólo cedió ante dos remates a bocajarro en los que Santi Mina remató completamente solo y fusilo al meta andaluz. Por lo demás, todo fueron inteligentes apariciones en las que hizo gala de una inmejorable colocación. Entre todas ellas, quizás la más impresionante fue el mano a mano que le sacó abajo también a Mina en la enésima vez que el gallego burló a la defensa amarilla en el primer periodo. Si Javi sigue ofreciendo su mejor versión como ayer, la U.D. tendrá mucho ganado para el resto de la temporada.

Regalo de bandas. Ante el atropello de ocasiones recibidas en el primer tiempo, Setién optó por juntar mucho las líneas y regalar las bandas en la segunda mitad acumulando jugadores por el centro para evitar situaciones claras de gol de los chés. La primera consecuencia fue perder la posesión, pero se consiguió el objetivo que no era otro que mantener la puerta a cero tras la reanudación. A pesar de que Gayá y Cancedo aparecieron en escena con asiduidad, sus centros muy pocas veces encontraron rematadores ya que entre Javi Varas y los defensas neutralizaron el juego aéreo de los levantinos, que sólo intimidaron la portería amarilla con disparos de larga distancia que rara vez encontraron puerta. Con esta estrategia, Setién renunció al "jogo bonito" en pos de la eficacia resultadista y, no solo le funcionó en defensa, sino que además consiguió ampliar el marcador con una contra que Araujo condujo de manera excepcional para que Livaja la rematara con precisión. 

Marko Livaja. De todos era sabido que el croata no dejaría indiferente a nadie y no tardó mucho en hacer buenos los pronósticos. Tanto para lo bueno como para lo malo. Es obvio que es un jugador particular, al que le gusta el protagonismo en cada fase del encuentro. Ayer se las tuvo tiesas con toda la defensa rival y, por añaduria, con el público al que también le dedicó algún gesto "amistoso", haciéndose valedor en más de una ocasión de tarjeta amarilla por "falta de decoro". Sin embargo, el trencillas fue bondadoso y "sólo" le sacó una amarilla en los instantes finales del encuentro por una entrada a destiempo. Sin embargo, el nuevo 9 amarillo también destacó positivamente en el aspecto goleador puesto que las dos que tuvo las acabo metiendo de manera brillante en ambas ocasiones. Sin embargo, otra lectura también podría calificar de egoista al delantero, puesto que en el segundo gol tenía a Araujo completamente solo para empujarla y, sin embargo, optó por jugársela en una opción que entrañaba mayor dificultad pero que fue igualmente resuelta de manera positiva para el equipo. No nos cabe duda que el croata llenará portadas a lo largo de la temporada, sólo cabe descifrar si serán por sus goles o por sus expulsiones.

Valencia sin pólvora. A pesar de encajar cuatro goles ante su propia afición y de ser abucheado en muchos tramos del encuentro no se puede decir que el Valencia C.F. jugara un mal encuentro. De hecho fue dominador del mismo y le robó la posesión del esférico a los amarillos, algo de lo que no muchos equipos pueden presumir. De sus 17 remates a puerta - 8 entre los tres palos - se deduce que arsenal ofensivo de los chés funcionó, pero en el fútbol el que no acierta a introducir el balón en la red no suele sacar partido de este tipo de choques. Y de eso tuvo buena culpa Javi Varas y una defensa visitante que, sobre todo en el segundo periodo, estuvo muy trabajada y ordenada. 

Foto de portada: @marca.com




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