Las Palmas Atlético ha vuelto a la senda de las victorias gracias a un gol de Erik Expósito en las postrimerías de partido que imponía justicia en el marcador. Los amarillos se pusieron el mono de trabajo ante el actual campeón que tiró de oficio y planteó el partido de forma muy táctica.
Hasta minuto 87 no logró el merecido premio al trabajo realizado por los pupilos de Manolo Márquez. Hasta ese instante, todo un partido donde el equipo mostró su mejoría defensiva pero siguió adoleciendo de su escasa eficiencia ofensiva. El equipo de Márquez malogra demasiadas ocasiones claras de gol, una situación que muchas veces le lastra para lograr mejores resultados.
Hasta que Erik Expósito liberó los nervios con su gol de punterita, los suyos tuvieron que ponerse el mono de trabajo ante un rival que, pese a estar con serias dificultades para armar una convocatoria completa, se vistió del traje de campeón que es y planteó un encuentro táctico, serio atrás y que buscaría a la contra las ocasiones para adelantarse en el marcador.
Por que este Villa de Santa Brígida con vías de aguas en su caseta por las lesiones y bajas federativas, sigue teniendo chapa de equipo ultracompetitivo que elevó al equipo formativo a dejarse el frac en el vestuario y bajar al barro para lograr algo positivo. Contundentes en tareas defensivas, sincronizados como un reloj suizo, pocas veces dejó el equipo satauteño ocasiones para Las Palmas Atlético de comprometer su arco, pero las hubo.
Todas ellas en acciones más impregnadas de corazón y arranque visceral de los amarillos (varios slaloms en carrera que provocaron con verticalidad y velocidad desequilibrios en la red defensiva visitante) que hasta en cuatro ocasiones fenecieron en las botas de un voluntarioso Carlos González que no tuvo su día de cara al gol.
Muy poco se supo del Villa en ataque, alguna incursión solitaria con balones largos, buscando el espacio en la espalda de la zaga amarilla que en contadas ocasiones lograron finalizar con disparo. En eso el equipo de Márquez ha mejorado notablemente, su rendimiento defensivo lleva a un buen nivel muchas jornadas.
En la segunda parte, el equipo amarillo elevó la intensidad de sus incursiones en campo rival buscando un gol que se estaba mereciendo pero no lograba de contar. Carlos y Erick sería los estiletes que disfrutaron de las mejores ocasiones, pero por momento las buenas actuaciones de Fermín, portero del Villa, y otras la falta de puntería ahogaban todo posibilidad de gritar gol.
El encuentro encaraba la recta final cuando Benito galopó pegado a la cal del graderío para colar un balón al área más lleno de fe que otra cosa a donde llegaría Expósito de forma justa para con la puntera de la bota empujar la pelota dentro del arco visitante. Explosión de júbilo y alivio entre los amarillos y los fieles allí congregados. Las Palmas Atlético obtuvo por fin el premio a su ambición por derrotar a un rival directo, tres puntos que le otorga un caché merecido.
