Redacción | El tuitero @RoqueOlsen comienza hoy a colaborar con GradaCurva.com ofreciendo, como desde hace meses en esa red social su opinión y su análisis sobre lo que acontece alrededor del universo de la Unión Deportiva Las Palmas. Para comenzar, nos trae este artículo de presentación con el que saluda a los lectores de este portal.
Inicio en
este parón liguero por los partidos internacionales de la selecciones absolutas
mi colaboración con la web Gradacurva.com. Estaré encantado de aportar mi
granito de arena en la dinamización de este portal que me abre sus puertas y me
permite hasta sentarme, incluso, dándome un espacio y un altavoz con el que
poder expresar mi opinión y mi análisis sobre todo aquello que acontezca en la
actualidad de la Unión Deportiva Las Palmas.
Firmaré
mis colaboraciones con mi Nick de Twitter: @RoqueOlsen, animándoles a seguirme
en esa red social, donde precisamente lo que hago cada semana es comentar
asuntos referentes al deporte canario. Fundamentalmente de los dos principales
representativos del fútbol y el baloncesto en Gran Canaria.
Elegí
este nombre para mi perfil en la red social de los 140 caracteres, porque como
aficionado a la Unión Deportiva desde pequeño, aquel señor argentino marcó para
siempre mi manera de entender el fútbol. El balompié tiene mucho de estrategia,
de técnica, de experiencia… Pero también de fe y corazón. O coraje. O pelotas.
Llámenlo como quieran. Pero Roque Olsen era todo eso junto.
Quien
fuera jugador de fútbol en la liga española (1950-57 en el Real Madrid y entre
1957-59 en el Córdoba CF) así como entrenador de múltiples equipos durante más
de 30 años, terminó su carrera precisamente en la Unión Deportiva Las Palmas en
1992, teniéndose que retirar en la fase final de una larga enfermedad que
finalmente acabó con su vida el 15 de junio de ese mismo año en Sevilla. Murió frente al
televisor, viendo un Francia-Inglaterra de la Eurocopa de Suecia. Así era
Olsen.
Sólo
Sinibaldi tiene más partidos como entrenador en la historia de la Unión
Deportiva. Roque Olsen dirigió al equipo amarillo hasta en cuatro ocasiones.
Fue el entrenador que en 1977 nos clasificó para la UEFA, el techo histórico
deportivo del equipo. Al finalizar la
temporada 1990-91 no se le renovó y se apostó por otro entrenador argentino que
llegó con la intención de comenzar un proyecto de ascenso que resultó un
fracaso absoluto: Miguel Ángel Brindisi. Tras trece jornadas sin conseguir la
victoria, Brindisi fue despedido y volvió de nuevo Olsen, enfermo ya de cáncer
de huesos. Pero nada le impidió seguir ejerciendo en esta última etapa de su
vida.
Las
Palmas en última posición. Jornada catorce. Jugamos fuera de casa y conseguimos
un meritorio empate a uno tras unos pocos días de Roque Olsen entrenando en
Barranco Seco. Estábamos demasiado acostumbrados a perder siempre. Aquel empate
fue una alegría. Tras esto llegó el milagro. Seis victorias consecutivas que
auparon al equipo hasta el puesto 12º de la liga. Pero no de cualquier manera.
Con buen fútbol, jugando bien, siendo superiores, dominadores de los partidos.
Roque Olsen demostró que la teórica peor plantilla de aquel año, absolutamente
deprimida tras tres meses sin conseguir ni una victoria, con confianza y con el
coraje que Olsen ponía en los entrenamientos (así como en las charlas de
vestuarios, que fueron famosas en el club por su energía, su pasión y sus
gritos. Allí temblaba hasta el misterio, según contaban) era capaz de cualquier
cosa. Muchos se atrevieron a afirmar que si la enfermedad no hubiera acabado
con él tan pronto (tenía 66 años) aquel año la UD podía haber luchado por el
ascenso.
Pero no
pudo más. Tras entrenar en barranco seco sentado en una silla junto a sus
muletas, su cuerpo y su mente no pudieron prestar ni un día más de servicio
profesional al fútbol. Tras su marcha el equipo volvió a hundirse en la última
posición de la tabla donde permaneció hasta culminar con el primer descenso a
2ªB de la historia del club. No sé si fue más triste el descenso o la muerte de
aquel hombre de fútbol. O todo lo que sucedió después, que casi significó la
desaparición de la Unión Deportiva como
entidad deportiva.
Afortunadamente
todo eso quedó atrás. El presente del equipo amarillo es esperanzador y todos
estamos disfrutando del juego y de Quique Setién. Que tiene mucho en común con
Olsen. Mucho. El control del juego, la estrategia, la motivación y la confianza
en los jugadores. Una plantilla en la que todos cuentan y en la que ha sido
capaz de convertir en estrellas a los que hasta hace muy poco no contaban con el
apoyo del club ni de los múltiples entrenadores que por aquí pasaron.
Afrontamos una época feliz, con los pies en el suelo. Y si me lo permiten lo
haré junto a ustedes en este portal al que agradezco una vez más su acogida.
Nos
leemos. ¡Arriba d’ellos!
Foto portada: Canarias7.es