18 de noviembre de 2016

CRÓNICA // LA ESQUINA DE CASTIGO (2-0)



La Unión Deportiva Las Palmas cae derrota habiendo encajado dos goles idénticos. Ni la gracia de Joaquín, asistente en ambos tantos, es capaz de disimular el sabor a condena que desprende la esquina de castigo que condenó a un desconocido equipo amarillo.

Setién presentó un once con un claro perfil de elaboración y capaz de conducir la pelota por los intrincados caminos que se podía esperar le propusiera el necesitado equipo sevillano. Ante sí la incógnita de un equipo con un técnico aún con las maletas sin abrir y con sólo sus antecedentes en Riazor como posible comparación. Ante esta nebulosa,  el técnico cántabro creyó encontrar la mejor  propuesta en la autoconfirmación.

Roque Mesa estuvo muy vigilado, le costó encontrar soluciones. Foto: ©LFP.es
Pero el fútbol tiene también caminos inescrutables. Se presenta como una partida de ajedrez en su previa, con la aparente posibilidad de prever qué puede suceder o cómo va evolucionar el encuentro. Pero cuando la pelota rueda todas las previsiones pueden ser reventadas por cualquiera de las 25 variables que pisan el césped. El aparente defensivo y necesitado 5-3-2 que propuso Víctor Sánchez del Amo discutió la pelota al técnico equipo amarillo y acabó sumando más posesión, más ocasiones y más efectividad de cara al gol. Al descanso se llegó con un empate técnico de 51% de posesión del Betis por 49% de los amarillos, pero la realidad es que durante fases importantes de la primera parte el conjunto sevillano monopolizó la posesión con hasta un 59%.

Ante eso el conjunto amarillo se adaptó a las circunstancias y dio sus mejores intervenciones con un perfil más contragolpeador recuperando la pelota en la medular, atacando a ráfagas. En ninguna de esas intentonas, y tuvo varias en las botas de Boateng, Araujo o Viera, supo definir con claridad, tan sólo obteniendo un córner a su favor con la primera entrega ya muy avanzada. Por el medio Dani Castellano pidió el cambio por molestias musculares, Setién dio entrada a David García y posicionó a Bigas en el lateral, con la consecuente pérdida de la salida con la pelota del balear desde atrás. 

Dos goles idénticos con distinto anotador. Foto: ©LFP.es
Precisamente el Betis, que acumuló bastantes córners a su favor, logró convertir los saques de esquina en córners de castigo. Anotó dos goles idénticos, minutos 27 y el añadido de la primera parte, ejecutados por Joaquín para que tanto Bruno Sánchez como Mandi remataran a placer al fondo de la red. En los dos goles, repetimos, idénticos, clónicos, gemelos, todo el entramado defensivo amarillo lució las costuras: desde un Javi Varas mal posicionado hasta la defensa que es incapaz de ganar posiciones y despejar el peligro.

Araujo tuvo varias ocasiones, ninguna clara al 100%. Foto: ©LFP.es
Tras el descanso, el partido si tomó la cara que se le esperaba. Una UD Las Palmas que controlaba el partido, que atacaba sin descanso ante un conjunto bético con el ancla echada en su frontal, parapetado atrás y con un claro perfil contragolpeador. Pero para esas alturas el marcador ya mostraba un descorazonador 2-0 que mutilaba toda hoja de ruta escrita antes del pitido inicial.

Así el partido se convirtió en un correcalles vibrante, un espectáculo para el espectador neutral, pero una tortura para el aficionado amarillo. La Unión Deportiva imprimió mayor velocidad a su juego, pero en ocasiones confundió la premura con la precipitación, desaprovechando con malas elecciones situaciones de ventaja, tanto para asistir como para disparar a gol. Por su parte, el Betis espoleado por su parroquia esperaba y buscaba una ocasión en un encuentro que ha resultado ser una catarsis bética.

Toca valorar si la máscara protectora limita a Macedo. Partido Gris. Foto: ©LFP.es
Cuando la Unión Deportiva necesitaba agitar el encuentro, el Betis supo inocular cloroformo, hacer de su área una laguna de cemento donde las ocasiones amarillas morían. Introdujo cambios Setién buscando la reacción pero ni Vicente, que desde su capacidad para incorporarse en la 2ª línea dio un plus, ni David Simón fueron capaces de mejorar las prestaciones globales de un equipo que ha rendido muy por debajo de su nivel. 

La UD Las Palmas regresa de Sevilla con una sonoro derrota que cuesta entender tras  más de 20 días de preparación. Con los mimbres necesarios sobre el césped para dar su mejor versión, los amarillos fueron incapaces de enhebrar su fútbol habitual y claudicaron a balón parado en dos jugadas idénticas ante un Betis que, desde la necesidad, supo templar sus nervios cimentando su victoria en una defensa poblada, sí, pero también efectiva. 






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