Compareció ante los medios José Luis Mendilibar para abordar el choque que ha de enfrentar a su equipo, el Éibar, contra la U.D. Las Palmas este próximo sábado en el EGC y dejó unas declaraciones cuando menos llamativas. Afirmó el técnico vizcaíno que al equipo amarillo "se le da más bola" que al conjunto vasco pese a tener menos puntos en la tabla y, con una fingida contención, añadió estar "mordiéndose la lengua" para no profundizar más en el tema. Mi opinión es que tal vez hubiera hecho bien Mendilibar en no usar a la U.D. para reclamar mayor atención para su equipo.
Estimado lector/a, imagine por un momento que en una audición musical un solista obtiene una buena valoración del jurado y la aprobación de sus compañeros, pero que quien se lleva mayoritariamente las flores es otro aspirante de cautivadora voz y elegante ejecución al que todos le reconocen su talento pese a no haber obtenido ese día una mejor calificación...
Imagine que ese primer solista no está conforme con la falta de protagonismo propio y pide, en atención a su mejor nota, un mayor reconocimiento, criticando al mismo tiempo el dado a su rival...Entendible su reacción, pero cuestionable.
En el ejemplo anterior el solista que obtuvo mejor valoración se correspondería con el Éibar (o más bien con su entrenador) y el otro talentoso músico tendría su equivalente en la U.D. Las Palmas. Entrando en materia, es cierto que la S.D. Éibar se encuentra por encima del equipo canario en la tabla clasificatoria, con dos puntos de ventaja y con unos registros en cuanto a victorias, empates y derrotas muy similares. No obstante, el fútbol es algo tan subjetivo que va más allá de las simples estadísticas y los fríos números. Es cuestión también de sensaciones, de lo que se transmite y se percibe. Así, el aficionado de a pie o los medios de comunicación pueden añadir valor al juego de un equipo, aplaudir su propuesta sobre el campo y enfatizar las habilidades de sus jugadores y el criterio de su entrenador, a veces incluso, por encima de los resultados...
Es precisamente esto lo que está ocurriendo esta temporada con la Unión Deportiva Las Palmas. A nadie se le oculta la racha negativa que encadena el equipo de Setién, con 6 jornadas sin conocer la victoria, pero aún así, es el golazo hilvanado entre Viera, Tana y Boateng en Villarreal o la espectacular remontada contra el Celta del pasado fin de semana lo que está alcanzando notoriedad. ¿Por qué? Pues básicamente porque el equipo amarillo ha hecho una apuesta firme por el fútbol de control, de toque y fantasía, que tiene un reconocimiento prácticamente universal, y ello merece una atención extra por tratarse de un equipo modesto. Sencillamente, porque gusta su fútbol y divierte. Ello no quita, por contra, que otras formas de jugar también merezcan el aplauso del respetable; en la época del Barça de Guardiola sin ir más lejos otros equipos jugaron bien al fútbol con su estilo y fueron convenientemente reconocidos (véase el caso del Atlético del Cholo Simeone).
Llegados a este punto, la pregunta que cabe hacerse es si el Éibar de Mendilibar roza por momentos la excelencia con su estilo tal y como lo hace en repetidas ocasiones la U.D. Las Palmas con el suyo...Tal vez el buen entrenador de Zaldívar debería entender que a veces importa más el cómo, que el cuánto...la eterna dicotomía entre el fútbol desplegado versus los resultados obtenidos. Así, podría exigir el míster del Éibar mayor atención del foco mediático para su equipo evitando la comparación y el recelo con una Unión Deportiva que, por méritos propios, es noticia en el mundo entero.
Foto: ©MundoDeportivo.
