Los goles llegaron antes que las ocasiones, que las jugadas, que el partido, que la defensa amarilla. Un córner, una falta de Muniain y una arrancada de un voraz Williams delataron a una UD completamente superada, que perdía 3-1 en el 17'. El gol amarillo, para contribuir a un arranque de psiquiátrico, lo marcó Bigas de buen cabezazo tras un córner en el primer ataque de la UD en el partido.
La presión asfixiante del Athletic complicaba la salida de balón de una UD que cada vez que lograba superar esa dificultad generaba peligro porque el Athletic, sabedor de la tendencia a sacar la pelota jugada de la UD, arriesgaba mucho y dejaba a pocos jugadores en la retaguardia. El segundo amarillo pudo llegar en el 24' en una muy buena contra dirigida por Viera y finalizada por Tana que la defensa vasca desbarató. Era la primera acción del partido que no acababa dentro de la jaula y dada la precisión inicial, resultó sorprendente. Fue la única vez que ambos se asociaron en la primera parte.
El cuarto del Athletic de Bilbao estuvo al caer y no llegó de puro milagro. Hubo un gol anulado a Aduriz por fuera de juego; un disparo de Muniain que salió desviado, un disparo de Williams que Lemos sacó de la línea de gol. Las arrancadas de Williams traían locos a Dani y a Macedo, la astucia de Aduriz minimizó a Lemos y a Bigas. La línea defensiva estaba completamente desbordada, desubicada, enfangada.
Al descanso Lemos se quedó en la caseta y David García salió a 'La Catedral'. Los primeros minutos resultaron un espejismo, Tana y Viera, en su segunda combinación sustancial del duelo crearon una buena jugada que acabó con un posible penalti a Jonathan que el árbitro no pitó. Ni que decir tiene que esto no es excusa.
Acto seguido, el equipo encajó dos goles consecutivos, el primero tras buen remate de Munian desde fuera del área y el segundo tras sacar de centro y tras error de Dani Castellano ante Mikel San José que sólo tuvo que ceder a Aduriz y el partido se acabó. Media hora por delante que sólo sirvió para que el sexto rondase, para que Momo picase en exceso el balón tras un buen pase de Tana y para que las aficiones se hermanasen y demostrasen su señorío.
La UD ha sumado 6 puntos en sus salidas en lo que va de curso. La victoria en Mestalla y tres empates, algo que es absolutamente nefasto y un lunar que, con cada derrota, se agiganta y resquebraja los cimientos de lo que se consigue en el Gran Canaria. Bendito Gran Canaria, por cierto.
