El técnico amarillo compareció ante los medios en la Sala de Prensa del Gran Canaria antes de acometer el último entrenamiento previo al partido que le enfrentará mañana ante el Real Betis en el que será el primer partido en casa desde que anunció su marcha.
El cántabro comenzó su comparecencia hablando del estado anímico y físico del equipo: "Estamos bien dentro de lo que cabe. No han quedado secuelas del partido en Eibar. Algunos tienen molestias, pero sin importancia. Veremos el último entrenamiento. No creo que haya incidencias importantes a destacar [...] Jonathan Tiene molestias. Tal y como estaba el partido entendía que lo mejor era sustituirle. Habrá que tener especial atención con los jugadores que han jugado los dos partidos porque lo pueden acusar a lo largo del encuentro. Lo iremos viendo a medida que avance el partido. [...] El aspecto físico de algunos jugadores en concreto, como Viera o Roque. Lo demás no me preocupa. Preocupa el aspecto anímico en el inicio de partido. Le pediría a la gente que sea consecuente, que no dude de los jugadores en cuanto a la implicación y la actitud. Ahora vivimos circunstancias difíciles que a todos les afectan humanamente. No es fácil de sobrellevar. Hay muchas circunstancias sobre la mesa. Pediría que fueran pacientes porque estos jugadores nos han dado mucho y lo volverán a dar. Los jugadores van a dejarse la vida en el partido".
Valoró de la siguiente forma la visita y charla de Ramírez a Barranco Seco: "Nos quiso reforzar, destacar la importancia que tiene todavía, a pesar que el clima no es el más adecuado, que llevamos 13 puntos con respecto al descenso y que nuestra situación es cómoda. Que tiene plena confianza en el equipo para seguir trabajando y mantener hasta el final el entusiasmo. [...] Me guío por la comunicación directa del presidente. Me dijo que esté tranquilo, que voy a terminar la temporada pase lo que pase. Lo pongo en conocimiento de todos porque esta es la realidad. Me guío por lo que me dice mi jefe, que es el máximo responsable del club".
Respecto al Betis, rival de mañana, lo analiza de la siguiente forma: "Será un partido entre dos equipos que vienen de no ganar, con dudas. Desde luego será complicado. No sé cómo se desarrollará, pero esperamos al mejor Betis. No estamos para tirar cohetes, evidentemente. Hemos perdido un punto en nuestra confianza y esto no sé si nos va a afectar, o a ellos que también lo han perdido".
Respecto a ese punto de confianza perdido y la dinámica del equipo se explicó de esta manera: "La realidad es que no hemos perdido ocho partidos seguidos, sino dos contra dos equipos en un buen momento. Equipos que están mejor que nosotros, no que sean mejores que nosotros, y que luchan por Europa. Nosotros hemos querido estar ahí, pero no hemos podido. Entiendo que hay partidos donde el rival será mejor. No me alarmo. Mi equipo no ha dado una imagen muy mala en ningún caso. Por eso da la sensación de que estamos mucho peor. Afrontamos otro partido a falta de ocho jornadas con 13 puntos del descenso. Tenemos que asumir que no vamos a estar diez meses al mismo nivel".
Será el primer partido ante la afición desde que anunció su marcha: "Siempre espero lo mismo que ellos esperan de mí: trabajo, dedicación, implicación hasta el último día y es lo que me gustaría que me reconocieran. Me encantaría despedirme agradeciendo el cariño ofrecido durante tanto tiempo. Pido que se olviden de mí y apoyen a los jugadores porque es la mejor manera de crecer. Lo importante de verdad es el escudo del club. [...] Hay muchas cosas que me pueden afectar. Tengo muchos años en el mundo del fútbol y he vivido todas estas situaciones. Siempre he tenido claro que el fútbol son etapas. Cuando íbamos líderes tenía la tranquilidad para no perder el juicio y el orden. Esto cambia de la noche a la mañana. EStoy preparado para lo que venga. Esta profesión está muy bien pagada y conlleva muchas responsabilidades. Trataré siempre de mantener el equilibrio y no dejarme llevar por las emociones".
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