26 de agosto de 2017

CRÓNICA || UNA UD INSUFICIENTE


Cuando un partido se descorcha y a los 5 minutos, con las burbujas todavía chispeando en el envase vas 0-2, comprendes que el Angliru se ha instalado en Siete Palmas sin saberlo. Dos ataques y dos goles, así fue. Visto y no visto ante uno de los equipos más rocosos y competitivos de Europa, con el muro Oblak, con Godín, con Vrsaljko o Thomas cubriendo los huecos escasos que el ataque amarillo creaba. 

Correa, primero, en el 2, zigzagueando con precisión quirúrgica a David Simón, a Lemos y a Bigas y Carrasco, en el 4, lanzando un chut cruzado quebrando de nuevo a Simón y haciendo estéril la estirada de Chichizola fabricaron un muro de contención que cimentó el partido a favor de los madrileños.

Sólo el pundonor de Hernán, alguna arrancada de Dani Castellano y un disparo de Viera que rechazó Oblak provocó cierta excitación de una hinchada que esperaba confiada un arranque de competición distinto aún sabiendo el nivel del rival.



El Atlético de Madrid, un equipo hecho hasta la extenuación, sin poder fichar hasta enero sancionados por la FIFA, con el físico justo de esta época del año, pero con las ideas fijas, permanentes, arrastradas de un año a otro se comió a una UD en transición lastimada por sanciones federativas externas e imposiciones internas y con jugadores recién llegados viendo el partido en la grada.

Jonathan Viera, el jugador diferencial de la UD, recibía en tres cuartos y siempre tenía rivales cercándolo pendientes -ellos y él- de una jugada maradoniana imposible que no llegó. 

El arranque de la segunda parte fue bastante mejor, peor era imposible. El equipo trataba de dar otra cara, pero no lograba hacer daño real a un Atlético de Madrid agazapado, superior.


En el 58 ese mayor dominio, aunque tímido, tuvo plasmación; un gran centro de Momo fue rematado por Jonathan Calleri a gol. La primera oportunidad que tiene en partido y medio y para dentro de este delantero que tiene una pinta muy interesante. 

Cuatro minutos después, cuando la UD mejor estaba, un mal despeje de Bigas al centro acabó con un disparo fantástico desde fuera del área de Koke ante el que nada pudo hacer Chichizola y todo lo remado se quedó en nada.

En el 75, una jugada de Carrasco rematada por Koke de manera acrobática subió el 1-4 al marcador. 



La entrada de Araujo y posteriormente de Javi Castellano y Benito dio una pujanza efímera a una UD más combativa que en el primer tiempo. Así, una buena jugada de Benito culminada por Viera dentro del área acabó en un penalti que el de La Feria marró. Efímero consuelo éste ante un equipo que se enfrentaba desangelado al final de un partido que ya nació herido de muerte. Thomas, de fuerte chut desde fuera del área, cerró el tanteo.

Malas sensaciones. Tocan ahora quince días para preparar el partido en Málaga, primera final de dos equipos que no han ganado. 

                                           

                                                 fotos: laliga.es




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