La Unión Deportiva ha logrado clasificarse para la final del Carranza tras vencer el conjunto organizador por 1-0. El Cádiz, pese a la diferencia de categoría, supo mostrarse como una buena piedra de toque a pesar de su excesiva y mal entendida intensidad en las entradas y choques divididos por el balón.
La UD Las Palmas se presentó en su primer encuentro de los dos que disputará en el Trofeo Carranza con el siguiente once: Raúl Lizoaín, Míchel Macedo, David García, Aythami Artiles, Borja Herrera, Javi Castellano, Hernán Santana, Halilovic, Momo, Sergio Araujo y Jonathan Calleri. A priori pocos llamados a ser titulares en el arranque de la temporada.
Bajo un manto de calor y sobre un muy mejorable césped ofrecieron tanto el Cádiz como la UD Las Palmas un partido con poco fútbol y con dosis puntuales de fricción (una agresión de Servando a Calleri, por ejemplo) ante un público local que se crispaba demasiado con algunas decisiones arbitrales bien señaladas. Por ejemplo un piscininazo dentro del área de Lizoaín y las reincidentes entradas de Servando sobre el nueve amarillo que le valieron una justa amarilla.
Foto: ©CádizCFOficial |
Las Palmas intentaba poner cloroformo al partido ante un revolucionado Cádiz que esperaba parapetado para lanzar vertiginosas contras sobre el maltrecho tapete del Carranza. Salvo alguna ocasión puntual, mucho ruido y pocas nueces. Sabedora de su superioridad técnica, la escuadra canaria tocaba y tocaba con su habitual fórmula buscando el espacio y el pasillo para la sorpresa. Éste lo encontró,rodeando la media hora, Míchel Macedo que en una de sus incursiones puso un balón que era una perita en dulce al corazón del área para que Calleri llegara en carrera a rematar con la testa el balón al fondo de la red (0-1). El delantero argentino está demostrando con goles y juego que su fichaje llegó 6 meses tarde. Y por Italia anda un entrenador sin equipo, escaso en alturas y miras, que no lo quería en su equipo.
Tras el gol, el Cádiz perdió gas aunque buscaba la igualada en contras y acciones en las pocas jugadas a balón parado que logró generar. La Unión Deportiva por su parte, siguió con la fórmula clásica del amarillo canario: balón al pasto (el poco que había) y tocar y tocar, asociarse para generar espacios y ocasiones. Con el solitario gol de Calleri se llegó al descanso.
El segundo periodo comenzó con la inclusión de Hernán Toledo en lugar de Alen Halilovic. Por su parte el Cádiz rebajó la intensidad de sus entradas y focalizó toda su atención en el balón. Siguiendo la misma hoja de ruta que la primera parte: contragolpes veloces y ataque por bandas, fue encontrando un resquicio para la esperanza de la igualada. La Unión Deportiva contenía las acometidas gaditanas con justa solvencia en lo defensivo y con lucidez en la circulación de la pelota en la medular aunque su producción ofensiva en el área local se redujo bastante.
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En el tramo final encuentro el Cádiz logró que el conjunto de Márquez gastara prácticamente todas sus energías en tareas defensivas con un fútbol que, no dejando de ser intenso y vertical, era muy básico, muy distante al nivel que en su competición se encontrará cada fin de semana. El equipo amarillo ahí sí que demostró que debe mejorar en facetas defensivas pues ante el acoso continuo de los locales hubo momentos que se vio esforzado para mantener la exigua ventaja en el marcador.
Con todo, Las Palmas se clasifica en su primera participación en el Trofeo Carranza a la final y mantiene así intacto su invicto en esta pretemporada. Queda por conocer si se jugará la prestigiosa copa de la Bahía ante el Málaga o el Villarreal.