Por Nauzet Robaina
No cabe duda alguna de que el comienzo de Las Palmas Atlético en su
regreso a la división de bronce del fútbol español está lejos de lo esperado.
El equipo sigue en el fondo de la clasificación y este fin de semana sólo pudo
sumar un punto como local frente al filial del Real Betis. En un contexto así,
resulta difícil que un jugador destaque por un rendimiento positivo y, sin
embargo, eso es lo que ocurre con el protagonista de esta semana. Un futbolista
que, a nivel individual, está cuajando un gran inicio de temporada.
Pablo Santana Gil (7 de junio de 1994, Las Palmas de
Gran Canaria) fue el mejor futbolista de los
amarillos sobre el terreno de juego el pasado domingo, una circunstancia que se
viene repitiendo en los últimos encuentros en los que ha actuado como titular.
Antes con Suso Hernández y ahora en el inicio de la etapa de Juan Manuel
Rodríguez, el centrocampista grancanario ha dado un paso al frente y encadena
varias actuaciones notables, a nivel particular, pese a los malos resultados
generales del equipo.
Criado y formado en las entrañas del Acodetti durante toda su etapa de
fútbol base, Pablo Santana llegó a la Unión Deportiva Las Palmas para formar
parte del proyecto de Las Palmas C en Regional Preferente durante la temporada
2015/2016. No obstante, acabaría ese curso futbolístico jugando prácticamente
toda la segunda vuelta con Las Palmas Atlético y, desde entonces, se ha ido
convirtiendo en uno de los veteranos del vestuario amarillo. Cabe recordar que
en el verano de 2016 fue citado por Quique Setién durante la pretemporada del
primer equipo y Pablo participó en varios encuentros amistosos con la plantilla
profesional, dejando buenas sensaciones.
Mediocentro posicional o volante algo más adelantado, Pablo Santana es
un futbolista de gran lectura de juego, de buenas condiciones técnicas y que
destaca, fundamentalmente, por su posicionamiento táctico, además de la
intensidad que imprime en labores de presión y robo de balón. Probablemente su
gran asignatura pendiente en su trayectoria en la Unión Deportiva ha sido la
escasa presencia en área rival y la cuota de goles aportados hasta el momento.
La campaña anterior, en la que la vela chica consumó su regreso a
Segunda División B, la participación de Pablo estuvo lastrada por las lesiones
durante varios meses del campeonato. Sin embargo, este curso ya acumula nueve
partidos disputados, siendo uno de los hombres del plantel que más minutos
lleva a sus espaldas. En los últimos partidos ha jugado en un doble pivote
acompañado por Fabio González, mostrando ambos que son complementarios para
ocupar esa zona del terreno de juego.
En el libreto del nuevo inquilino del banquillo de Las Palmas Atlético
están señalados el orden defensivo y la intensidad como pautas fundamentales,
un contexto en el que el mediocentro de 23 años se desenvuelve a la perfección.
Es, precisamente, por esto por lo que no resultó extraña su titularidad en la
puesta de largo de Juan Manuel Rodríguez y todo apunta a que será habitual ver Pablo
teniendo continuidad en las alineaciones. Méritos para ello está haciendo.