Carlos Moreno Chavanel | Hace poco más de una semana les comentaba aquí el poco sentido que, a mi parecer, tenía esperar hasta Anoeta para destituir a Pako Ayestarán. Hoy, me reafirmo en lo dicho y, además, no logro entender con qué poquito vamos y la autocomplacencia existe en la entidad, después de 9 partidos sin ganar y una semana más a 5 puntos de la salvación.
Por si esto fuera poco, los nombres que han salido estas
semanas como posibles soluciones al descalabrado de Pako no son nada ilusionantes.
El primero de ellos, Pizzi, anunciado ahora entrenador de Arabia Saudí, vaya
nivel, con todos los respetos. El segundo, Almirón, que no digo que sea mal
técnico, pero desconoce Europa y la Primera División española. Miren cómo le ha
ido al Alavés con De Biasi. Y, tercero, Paco Jémez, la opción más potable de
esta terna de entrenadores, aunque ya todos conocemos las carencias de sus
equipos en tarea defensiva, algo que quizá es lo primero que debe cortar de
raíz la UD. Demasiados goles encajados.
Todo ello sin descartar la continuidad de Ayestarán una
semana más, si no se pierde la eliminatoria contra el Dépor, que ya sería el
colmo, y si se saca un resultado positivo contra el Betis. ¿Un empate sería
positivo? Espero que no.
No nos llevemos a engaños con el encuentro ante la Real
Sociedad, el partido de la UD fue muy pobre, como nos tienen acostumbrados este
año. Un equipo que navega sin rumbo, no sabe muy bien a lo que juega y que se
encontró con un regalo de Rulli para darnos vida. Sí, se podía haber ganado con
las dos ocasiones finales de Remy. Similar a lo que ocurrió contra el Athletic
de Bilbao y ya vimos de lo que sirvió a la larga.
Lo siento, pero no veo salida a esta situación con este entrenador
y con las posibles opciones que se manejan. Más allá del míster que esté o el
que venga, los que tienen que dar un paso adelante son los jugadores y su
actitud en el campo. No puede ser que la mayoría del vestuario salga contento
de un partido que empatas, después de llevar 8 derrotas seguidas. Vamos con muy
poco y eso se refleja en el campo, a excepción del hambre de Remy.
Dépor y Betis pondrán a prueba esta mini reacción.
Foto de portada: @LaLiga