El comienzo de una nueva etapa, tras la llegada de Jémez en las postrimerías del 2017 provocaba una bocanada de aire fresco en el entorno de una UD que, durante algún tramo de este inicio de temporada pareció que colgaba el cartel de cerrado por derribo. Pero el fútbol, tan cambiante como irracional, tan ilógico en muchísimas veces, volvió a darle una oportunidad a los amarillos que, tras la debacle en el inicio de año seguía con vida por los nefastos números que se acumulaban en el vagón de cola de la clasificación.
El partido solo dejaba destellos en una primera parte bastante plomiza de ambos equipos. La UD proponía una presión alta ante la salida de balón del Valencia y esto provocó algunas recuperaciones que no generaron peligro real. Gálvez que debutaba tras su reciente fichaje, y que no podrá jugar ante el Eibar el próximo sábado por un acuerdo entre clubes, realizó una buena actuación desde la sobriedad y la seguridad en su juego.
Tana, entre medias, también estuvo activo y Sergi Samper, al que la llegada de Jémez puede dar posibilidades reales de participación, pero claro, esto es sólo una primera muestra de un laboratorio que se está gestando, del que úncicamente hemos visto el embrión.
Borja Herrera, uno de los que menos opciones ha tenido en el primer parcial de liga dio la asistencia en una buena accion peronal a Calleri que tirándose al verde remató e hizo el primero para la UD en el 35'.
El Valencia se estiró tratando de buscar el empate especialmente en un remate frontal que trató de confundir Mina a Chichizola que no lo consiguieron y así se llegó al descanso.
En la segunda parte un balón en largo para Zaza fue cuerpeado por un Gálvez que reclamó falta y el italiano quedó en una opción clarísima ante un Chichizola que había salido y se había quedado en mala posición, pero el disparo salió alto perdiendo el Valencia su oportunidad más clara del partido.
Poco a poco el equipo fue reculando y el Valencia, que había incorporado a Parejo por Kondogbia y a Rodrigo por Pereira comenzó a defender y, aunque el peligro no se traducía en ocasiones claras, pero sí en una sensación de intranquilidad, pese al buen nivel que transmitían Bigas y Gálvez a los que se le han puesto, de entrada y visto el rendimiento, una cara de pareja de centrales titulares que tiran para atrás.
En el 80' Zaza remató y Simón despejó poniendo el cuerpo en una acción que tenía muchísmo peligro y que logró desbaratar. Más que con criterio, el equipo resistía. Más que algo puntual es un síntoma. En el 85' un centro de Lato para Rodrigo provocó el empate del internacional español, en una jugada muy parecida al gol amarillo.
En el 87' Sergi Samper, que había cuajado una buena actuación salió lesionado y sustuido por Toledo.
Una jugada individual de Guedes para Zaza estuvo cerca de hacer el 1-2, pero Ximo Navarro se cruzó en la trayectoria cuando todo parecía indicar que el balón entraría.
Y así concluyó un partido en el que los amarillos dieron una mejor cara en la primera parte, sin alardes, y bajaron el nivel en la segunda, con una pobre imagen en ataque y resistiendo en defensa. Queda mucho por hacer, pero hay esperanza.
fotos: @LFP