Por Nauzet Robaina
Pendientes aún de la
decisión que se tome en los despachos tras la denuncia por alineación indebida
realizada por la Agrupación Deportiva Huracán, se podría decir que el Juvenil A
de la Unión Deportiva logró tres puntos agónicos el pasado fin de semana. Los
chicos de Juan Germán Jiménez sufrieron, y mucho, para lograr la victoria en un
choque con cinco futbolistas expulsados y en el que los amarillos acabaron con
sólo ocho jugadores sobre el verde.
Uno de los artífices de
ese triunfo local es nuestro protagonista de la semana en esta sección en la
que cada lunes destacamos a un jugador que está destacando en la cadena de
filiales. En esta ocasión, el reconocimiento no viene dado sólo por su buena
actuación en el último partido ya que su gran rendimiento se ha convertido en
una tendencia que viene dándose a lo largo de todo el curso. Hablamos de
Yeremy.
Yeremy Socorro Pulido (Las
Palmas de Gran Canaria, 1 de septiembre de 1999) es una de las voces
autorizadas del vestuario del primer equipo juvenil de la Unión Deportiva Las
Palmas esta temporada. Capitán del equipo que actualmente lidera la
clasificación y que pretende revalidar el título de liga, Yeremy ha recogido el
testigo de Carlos Quintana y actúa como cabecilla de la nueva generación de
juveniles.
Su nombramiento como
capitán está fuera de cualquier duda tras haber vestido la camiseta amarilla
prácticamente durante toda su vida. Son muchos los años que lleva en la entidad
de Pío XII este lateral zurdo que empezó a llamar poderosamente la atención en
categoría cadete y que hoy es pieza clave en el mayor escalón juvenil del
fútbol base de la UD. Esta temporada es la segunda consecutiva que compite en
División de Honor ya que, la pasada campaña, ya formó parte del combinado
campeón siendo juvenil de segundo año.
En ese curso futbolístico
2016/2017, Yeremy no contó con la gran cuota de minutos que sí está abarcando
en este dado que la titularidad en la posición varió continuamente entre él y
Ramsés Perdomo, durante gran parte del calendario, además de la aparición de
Echedey Carpintier, quien también acumuló apariciones en esa demarcación en el
tramo final. En esta ocasión, Yeremy se ha convertido en un jugador
indiscutible para el técnico y le ha ganado la partida a Ramsés, quien aún
permanece en el plantel. De hecho, muchas de las veces en las que éste último
ha entrado al terreno de juego ha sido para que Yeremy adelantase su posición
hasta la zona de extremo, donde el equipo aprovecha sus virtudes atacantes.
Y es que pese a ser
originariamente un lateral izquierdo, Yeremy es uno de los principales
estandartes a nivel ofensivo del conjunto amarillo. Posee una buena conducción
de pelota, manteniendo siempre el cuero muy pegado a su pierna zurda, se
incorpora con criterio al ataque y cuenta con un más que notable golpeo de
balón desde media distancia. Asimismo, a nivel defensivo es un jugador difícil
de superar en el uno contra uno.
Este pasado fin de semana
anotó el segundo gol de Las Palmas en ese mencionado duelo ante el Huracán, en
una llegada al área rival iniciada con una carrera desde campo propio. Yeremy
recibió el esférico, evaluó la situación del portero y definió con maestría
para aumentar su cuenta goleadora del curso.
Su perfil es bastante
similar al de los últimos laterales zurdos que han pasado por la División de
Honor vistiendo la camiseta amarilla. Parece que, últimamente, en los filiales
fabrican buenos laterales como si de una cadena de montaje se tratase ya que
Yeremy es el último exponente de una corriente que viene de atrás y que parece
no tener fin.