El centrocampista franco-marroquí deja de forma parte de la plantilla amarilla tras el acuerdo alcanzado entre la UD Las Palmas y el Saint Etienne.
Más allá de la firme convicción de Paco Jémez de no contar con sus servicios al poco de llegar, sus números y rendimiento como amarillo no respaldaban su continuidad en un equipo que necesitaba oxigenarse con urgencia para encontrar la reacción que le otorgue oportunidades de salvación.
A partir de ahí, todo lo demás ha sido pura burocracia, trabajo de despacho en un jugador desligado mentalmente, profesionalmente y deportivamente de un club donde ha pasado con mucha pena y nada de gloria.