La UD perdió 2-1 ante un Celta de Vigo que tocó arrebato en la segunda parte, tras un gol inicial de Erik Expósito y tras ofrecer una buena versión. El equipo está en el camino, ha crecido en defensa y hoy, en ataque, dio otra cara, infinitamente mejor que la expuesta en los últimos desplazamientos. Esto es, sin duda, otra cosa, aunque se vuelva a casa sin el botín ansiado que se tuvo y que se escapó en el minuto 89'.
Empezó bien la UD, como decíamos, a la media hora, por exponer un dato, el equipo de Paco Jémez había lanzado cinco córners y seguía mostrándose sobria en defensa. Pintaba bien el duelo con una Unión Deportiva, menos encorsetada que en anteriores duelos y mucho más vertical. Tana, especialmente, aparecía entre líneas y Etebo y Aquilani lo buscaban en la salida del balón, Vicente Gómez, algo más descolgado trataba de generar en segunda líneas, con su llegada peligrosa, tras la novedad del míster amarillo poniendo al italiano, buen partido el suyo, en la medular.
Al descanso, la defensa amarilla había cerrado todas las vías de agua que el ataque vigués podría generar (entre Maxi y Aspas llevan 30 goles) y el partido estaba para que la UD se trajera todos los puntos en juego.
Arrancó mejor el Celta en la segunda parte con una oportunidad clarísima de Maxi Gómez en la que Gálvez se despistó en la marca y en lugar de mirar el balón se fijaba en el charrúa. El disparo salió desviado y el Celta daba el primer gran aviso del partido.
En el 53' Aquilani buscó a Vicente en la mediapunta y este para Etebo, retrasando el balón para que el nigeriano le diera espacio y amplitud a la jugada cediéndole el balón al espacio para que el canterano Erik Expósito cruzara el esférico haciendo el primero de una UD que estaba muy bien plantada en Balaídos.
El canterano, principal novedad
amarilla, batalló con los centrales celestes y, además del gol, tuvo un
cabezazo en escorzo en el albor del duelo. Se mostró activo y atento realizando un buen partido, al que no le pesó la responsabilidad y
demuestró, sin duda, estar capacitado al ciento por ciento para jugar en el primer
equipo de manera cotidiana.
Una jugada posterior de Halilovic que cedió a Tana y un remate de Aguirregaray tras un balón suelto que había enganchado Etebo hacían presagiar una buena noticia amarilla para cerrar a jornada, pero en el 62' llegó el empate de Jonny tras aprovecharse, a puerta vacía, de un disparo previo de Brais Méndez, recién entrado al campo y un mal despeje de Chichizola. El gol espoleó a un Celta que jugaba a trompicones.
Los cambios, Nacho Gil por Aquilani, Hernán Toledo por Halilovic trataron de hacer daño en las bandas celestes como respuesta a las continuas subidas de Jonny y Hugo Mallo, pero estos no surtieron efecto.
Tras el gol, a la UD pareció hacérsele demasiado largo el partido, el Celta buscaba el gol y Chichizola se multiplicaba en el trabajo a disparos de Brais, Pione Sisto, pero en el 89' una grandísima jugada de Iago Aspas quebrando a Ximo Navarro pegado a la línea de fondo y cediendo el balón a un 'Tucu' Hernández que controló y cruzó pasando el balón por delante de Vicente y Etebo que no pudieron hacer nada para despejar porque el balón había rozado en Chichizola previamente.
La UD Las Palmas no se trae de Vigo los tres puntos que ahora necesitaba como las presas grancanarias necesitaban la lluvia, pero la UD, esta UD, la que últimamente salta por los campos de España si está preparada para sufrir, para luchar y permanecer en la élite del fútbol español, esta UD está en el camino, aunque queden baches y las magulladuras del año se acumulen sin remedio.
