Carlos Moreno Chavanel | Tras unos meses en los que de poco se podía responsabilizar a Paco Jémez de la situación del equipo, teniendo en cuenta la desastrosa gestión desde las altas esferas, el domingo asistimos a un nuevo show del entrenador canario cuando es incapaz de dar respuesta a sus errores en la lectura del juego.
Frases como “pusieras como te pusieras, no había manera” o “había jugadores
que han estado a años luz de como tienen que estar”, delatan la falta de autocrítica
de un técnico que ante el Villareal no se enteró de qué iba la película y,
encima, empeoró el argumento con el paso de los minutos. Muestra de ello es el
cambio de sistema en el descanso con dos sustituciones de una tacada. ¿Y luego se molesta
por una pregunta sobre si había preparado bien el encuentro? Es obvio que no.
Cuando das un volantazo de esa envergadura para cambiar al único jugador tuyo
que estaba dando la cara, Erik, quiere decir que muy trabajado no estaba ni ese
sistema ni la dupla de Calleri con el canterano. Ambos no congeniaron en ningún
momento, desvíos a ningún sitio, cero paredes y jugadas entre ellos, es decir,
un desastre.
¿Cómo es posible reconocer que todo ha sido un desastre,
pero consideras una falta de respeto que se dude de lo trabajado durante la
semana? Pues sí, así lo hizo Jémez, abroncando, en un tono amenazador, al periodista por la pregunta. Nada
nuevo viniendo del bueno de Paco. Un modus operandi perfecto cuando las cosas
no le salen bien en los clubes en los que ha estado. Dejando su soberbia
y prepotencia a un lado, en la rueda de prensa, lo que queda claro es que ayer
el técnico solo quería culpabilizar a sus jugadores. Mira, una seña de
identidad del, también, bueno de Mou. Obviamente, ambos a años luz la carrera de uno y otro.
El domingo Paco Jémez se equivoca y, para mí, no tanto en el
planteamiento inicial, porque al menos se vio una UD con cierto ánimo de llegar
al área contraria. A pesar del juego en largo desatinado. Sus errores en la segunda mitad son la salida de Erik, repito,
el mejor del equipo en la primera parte, y, por supuesto la entrada de un Momo
falto de ritmo de competición. ¿Qué pretendía con el cambio? ¿Estaba trabajada
la posición de Momo incrustado en el centro del campo? Creo recordar que sus tres
primeros pases fueron al contrario…
De Benito no añadiré nada, aunque poca lógica tiene meter a
un extremo para quitar a un rematador. Me recordó la escena a aquellos tiempos
en los que Del Bosque sacrificaba a Figo para introducir en el terreno de juego
a Morientes, un movimiento de piezas de una lógica tremenda.
Jémez empieza a disparar contra sus jugadores, de nuevo, ya
que fue un tema recurrente que le vino genial recién aterrizado en la isla y, ahora, contra la prensa, antes que reconocer que ayer fue un problema de interpretación. Fue responsabilidad suya no saber
leer en encuentro en ninguna de sus fases y sacrificar al más débil, Erik. Así
todos contentos en la caseta.
Contra el Dépor hay otra nueva final, ¿qué pasa si la UD
pierde ante el equipo inoperante de Seedorf? ¿Qué dirá esta vez Jémez? ¿A quién
le echamos la culpa ahora? Por supuesto, todos sabemos quién es el responsable
de este desaguisado, pero que Jémez no nos tome por tontos.
Foto de portada: @UDLP_Oficial