Si el fútbol no tuviera áreas, la Unión Deportiva Las Palmas sería campeona del mundo. El equipo amarillo cae por enésima vez condenado por su ineficacia en el área propia y ajena. Se repuso a un temprano gol para acumular ganas e intenciones con escasa puntería.
La UD Las Palmas fue considerada con sus aficionados, ante la duda de si tenían que sentarse ante el televisor o hacer otros planes, les despejó la duda casi de inmediato. No se habían cumplido aún los primeros 5 minutos y una conexión de 3 de los mejores hombres de Mendilibar abrieron el marcador a favor del Eibar. Un pase en profundidad Inui expuso las costuras defensivas de una Unión Deportiva que tardó en replegar y que ante la movilidad de Orellana y Charles pareció un golem. Control del chileno encimado por Dani Castellano y que tan sólo tuvo que girar y asistir a un Charles que no tuvo problemas en batir a Chichizola (Min.5, 1-0). Sin noticias de Gálvez o Ximo Navarro que quedaron con todas las vergüenzas al aíre en esta jugada.
Para los que decidieron seguir sufriendo ante la pantalla, nuestros respetos. Esos valientes pudieron ver como el equipo amarillo estiró poco a poco líneas, tampoco les iba la vida en ello, ante un Eibar que se conformaba con tan poco botín. Un centro aquí, una falta lateral allá, un córner acá, y al final acabó pisando mucha área armera pero con el eterno problema de este equipo: tan blando en área propia como ajena. La mejora ocasión vino en una acción casual tras un centro de Macedo que tras chocar en el pie de Jose Ángel realizó una parábola diabólica para chocar en el larguero ante el asombro de todos. En la propia sufrió con la verticalidad de Orellana, la presencia de Charles o la clase de Inui. El arquero Leandro hichizola tuvo que emplearse a fondo en alguna ocasión para evitar más goles en esta primera parte.
En la segunda parte la Unión Deportiva tenía la sensación de dominar el partido, de tener bajo el control el tiempo y el balón. Y así, sin un juego excesivamente fluido se vio pisando área local y encerrando al equipo azulgrana en torno a su área. Llegó a acumular hasta 8 córners a favor pero en los primeros 70 minutos, por sólo uno de los de Mendilibar, pero realmente jamás supo resolver ninguna de esas jugadas a balón parado en ocasión clara de gol.
Introdujo cambios Jémez en busca de mayor verticalidad y juego entre líneas con Ezekiel y Momo, por Halilovic y Jairo respectivamente, y a medias lo logró. En pies del nigeriano estuvo la gran ocasión amarilla en una contra donde el africano se plantó ante Dmitrovic y podía resolver batiendo al arquero o cediendo a un solitario Calleri con el pase de la muerte. Pues ni una ni otra, el número 14 hizo una especie de churro disparo que no tuvo complicaciones el portero serbio en despejar.
El partido acabó con la sensación sorpresa de que la Unión Deportiva hizo méritos para lograr un empate por su empeño y ocasiones en área contraria, pero como siempre le pasa su declarada ineficacia en las dos áreas la condena. Un error grosero en la primera acción de peligro le ha hecho doblegarse ante el Eibar, pese a acumular llegadas suficientes al área armera (10 córners a favor) fue incapaz de inquietar realmente a Dmitrovic.
Penúltimo partido de este periplo en primera división, aún queda despedirse de la categoría la próxima jornada ante el Girona en el Estadio de Gran Canaria. Todo apunta que ese día la despedida será masiva.