La UD llegaba a El Molinón con la idea de sumar su cuarta victoria consecutiva y no pudo ser. Jiménez sacó a Raúl; Lemos, David, Cala, Dani; Timor, Galarreta, Maikel, Blum, Tana; Rubén. En todo el año, el de El Arahal no ha repetido once; si bien, dadas las bajas, este equipo era el presumible por todos.
El partido era una trinchera. No había juego por ningún bando; en el 10', eso sí, había una amarilla para Timor y 6 faltas lo cual es un indicativo de que las acciones estaban continuamente en pausa. Los porteros no habían tenido ninguna exigencia. En el 12' un rechace tras una falta a Tana cayó en el corazón del área a Maikel Mesa quien disparó, pero balón salió desviado.
La siguiente aproximación amarilla fue un centro de Blum que Rubén no llegó, sigue dejando detalles el alemán que parece haberle ganado la partida a Fidel Chaves, quien hoy, finalmente, fue quien se quedó fuera de la convocatoria.
En el 30' llegó el gol del Sporting. Un fallo en cadena de la defensa amarilla, excesivamente blanda y el virtuosismo de Lod por banda provocó un gran remate de Álvaro Jiménez desde el punto de penalti y ante el que no pudo hacer nada Raúl Fernández. El partido, que discurría entre parones, de repente, se ponía 1-0 y a remar.
La mejor ocasión amarilla no fue ni una ocasión, era el 34' y David García rozó el balón a un centro de Lemos cuando el portero estaba prácticamente vencido.
Al descanso, los números definen mejor lo que estaba resultando la primera parte: 22 faltas, 4 amarillas, tres para la UD. A estas alturas, el objetivo debía ser que hubiera un minuto de juego real en el segundo acto.
La segunda parte arrancó con la misma tónica, si bien la UD sumó más aproximaciones en los primeros diez minutos que en toda la primera parte: un centro de Dani Castellano para Maikel Mesa que trató de conectar con Rubén y que la defensa despejó a córner; el remate tras el saque de esquina de Blum. Viendo esta inercia, Jiménez metió a Rafa Mir y quitó a Ruiz de Galarreta, algo apagado en el partido, sin poder dar continuidad al juego en ningún momento.
En el 58', una acción velocísima de Djurdjevic acabó en paradón de Raúl, en el rechace, Carmona se deja caer tras tocarlo Lemos dentro del área y el árbitro pitó penalti. El mismo Carmona lanzó la pena máxima y Raúl Fernández lo paró. La UD seguía con vida.
Jiménez metió a Sacko y quitó a Blum en el 62'. Eran minutos, quizás los mejores de la UD, que si bien no sitiaba la portería de Mariño, sí tenía el balón y con él todo un mundo de posibilidades. Álex Pérez, defensa sportinguista, se lanzó para evitar un tiro de Sacko cuando se disponía a fusilar la portería local. En el 68', más madera, Tana salió y entró Pekhart. Jiménez optaba por cubrir el frente de ataque de jugadores en lugar de reforzar el centro del campo para generar, para macerar el balón, la idea, el partido; siendo lógico, en realidad, con su propio libreto, con su manera de entender este juego, pero lo cierto es que los minutos pasaban y la UD seguía sin echarse a la boca nada realmente reseñable.
Si al principio decíamos que en los primeros minutos sólo hubo parones; la inercia no varió. El partido acabó con 42 faltas y la UD colgando balones desde casi cualquier lado o circunstancia sin generar en ningún momento. Mal partido. Si ante el Málaga salió cara; hoy ha salido cruz. Llega la primera derrota del curso. Próxima estación: Alcorcón en el Gran Canaria.