El fútbol no hizo aparición en el Gran Canaria, en una tarde noche para olvidar, la Unión Deportiva y el Alcorcón firmaron unas tablas en un partido soporífero. Contadas ocasiones generadas de forma inconexa en un partido paupérrimo a nivel futbolístico que genera dudas acerca del rendimiento del conjunto que entrena Manolo Jiménez. La noticia positiva de la noche: el regreso de Sergio Araujo.
Arrancó el partido a la espera de ver un cambio a mejor en el conjunto amarillo tras el mal partido en el Molinón. Aunque en la previa Manolo Jiménez aseguró que no habría ningún cambio ni en el esquema ni en la idea de juego, poco se tardó en comprobar que todo era una cortina de humo. Con Rafa Mir titular, pronto se pudo ver como se alineaba en la vanguardia con Rubén Castro para dar forma a un 4-4-2 con una medular conformada por el doble pivote Galarreta-Timor con Maikel Mesa y Tana por bandas, derecha e izquierda respectivamente.
Los primeros 25 minutos fueron totalmente de dominio local. Una Unión Deportiva bien plantada sobre el terreno de juego, que ocupaba todos los espacios, que movía la pelota con fluidez y que buscaba generar juego por bandas y entre líneas. En la zona minada de tres cuartos de campo venían arrastrando a sus defensas tanto Mesa como un apagado e irregular Tana, facilitando así la llegada de Lemos y De la Bella. En este periodo el equipo que entrena Manolo Jiménez acumuló hasta cuatro llegadas claras al área contraria, pero ninguna finalizó con disparos entre los tres palos. En la mayoría Rafa Mir entrando por derecha y buscando los inteligentes movimientos de Rubén era nota predominante. Poco duraría esta falsa sensación de control sin ocasiones, el equipo volvería, otra jornada más, en caer en errores ya vistos.
Sobrepasada la media hora, el equipo fue empantanándose, perdiendo ritmo y contagiándose de la pesadez del juego rival. Un Alcorcón que, sin grandes esfuerzos, estaba realizando su partido esperado: contención, juego directo, ritmo lento y entrecortado con falta el de su rival. Las llegadas ya eran más contadas y menos fluidas por parte del equipo canario, pero seguían dándose de vez en cuando, principalmente en las cabalgadas del espigado Rafa Mir. Pese a todo, el partido tenía tanto cemento que no se movería el marcador llegado el descanso.
A la salida de los vestuarios, en los primeros minutos nada parecía cambiar y Jiménez dio entrada a Sergio Araujo para agitar el avispero. El debut del argentino se dio dando el relevo a Rafa Mir, uno de los más activos de la primera parte, un decisión que en ese momento supo a cambio cuestionable, dada las prestaciones que dio en la primera parte. El punta argentino volvió a jugar con el equipo amarillo en partido oficial después de 14 meses desde la última vez. Falto de ritmo competitivo, se mostró activo y con muchas ganas, y dispuso de alguna de esas ocasiones que otrora no fallaba.
La segunda parte se fue tiñendo de color de rosa poco a poco. El Alcorcón con mucho criterio, y sin realizar un fútbol excesivamente elaborado, fue primero ocupando espacios para luego mover la pelota en jugadas que demostraron el porqué está a la misma altura que la Unión Deportiva en la tabla de clasificación. Cierto es que en contadas ocasiones probaron a Raúl Fernández, pero siempre sus llegadas y combinaciones en torno al área canaria generaban un suspense difícil de aguantar.
El conjunto de Jiménez no carburaba, un equipo hecho a base de talonario que no generaba ni juego ni ocasiones claras de gol. Desaparecido Tana en la medular, desapercibido en todo momento, dio entrada a Blum con la esperanza que la verticalidad y los detalles de calidad del alemán dieran un salto en comparación con la gris aportación del número 24. En el minuto 80 un pase en largo de Raúl Fernández a Rubén Castro a la espalda de la defensa alfarera, permitió al delantero de La Isleta plantarse ante Dani Jiménez, pero llegando en carrera y forzado para salvar la salida del portero, se esquinó demasiado y permitió que el meta salvara a córner la mejor ocasión del encuentro.
No hubo tiempo para más. Otros dos puntos que vuelan del Gran Canaria con una Unión Deportiva que deja tras de sí el halo de la duda por un nivel de juego que no logra mejorar. Sin los goles de Rubén Castro se pasa mucho frío, cuando quiera Jiménez hablamos del estilo.
