Las Palmas Atlético concede otra derrota en su terreno de juego ante un rival directo. A remolque en todo el encuentro, el filial hizo un ejercicio de pundonor allá donde su fútbol no llegó pero que es insuficiente para sumar puntos. No cae en descenso gracias a los resultados de sus rivales directo.
Tres derrotas consecutivas, dos de ellas como local, así de funesta está siendo la racha del equipo que dirige Juan Manuel Rodríguez. La de hay doblemente dolorosa al perder contra un rival directo y además conceder el goal-avarage que se tenía ganado (0-1en Vigo en la 1ª vuelta). Una piedra más para una mochila en el equipo formativo cada vez más grande y pesada.
El Celta de Vigo realizó un encuentro muy táctico, con la pizarra dominando su hoja de ruta sobre el sintético del Anexo. Balones largos, defensa con dos líneas de cuatro muy juntas y la búsqueda de su delantero Apeh con un fútbol poco elaborado pero que se mostraría como muy efectivo. EL equipo de Juan Manuel, más cómodo cuando concede la pelota y juega a la contra, tuvo que asumir el protagonismo y la jerarquía del partido llevando la iniciativa. Cómodos en una falsa sensación de dominio territorial y de la pelota se vieron sorprendidos en un contragolpe celeste que finalizó Dani Vega para el 0-1.
Jarro de agua fría para el equipo insular que se veía nuevamente por debajo en el marcador en su casa. El técnico amarillo no lo dudó y realizó un cambio nada habitual en el minuto 32 de la primera parte sabedor que el partido se le estaba yendo si no reaccionaban a tiempo. Dio salida al lateral Fondarella para dar entrada Edu Espiau que se fijaría en la vanguardia junto con Erik Expósito.
El tiempo se iba consumiendo ante un rival que se defendía aguerridamente en su área mientras los pupilos del técnico de Las Alcaravaneras buscaban la manera de horadar el arco gallego. Por medio Las Palmas Atlético sufriría una nuevo revés: sería expulsado Ismael Athuman en el minuto 69. El premio al empeño local llegaría en el minuto 79 gracias a un falta botada por Toni Segura que llegaría a las botas de Erik Expósito que embocaba a gol tras una salida defectuosa del arquero gallego.
Con el 1-1 en el marcador y diez minutos por delante parecía que salía de nuevo el sol para los amarillos. Para nada más lejos de la realidad. El golpe definitivo para los amarillos llegaría en el minuto 89. Con superioridad numérica el Celta de Vigo adelantó línea y tomó cierto protagonismo ofensivo y una excelente jugada combinada Dani Vega volvería a marcar un tanto que sería el definitivo 1-2.
Por segunda jornada consecutiva el filial evita caer en puestos de descenso gracias a que tanto Burgos como Adarve han imitado el resultado amarillo con sendas derrotas. Esta suerte no se repetirá por 3ª jornada consecutiva, el equipo debe reaccionar ya para no poner en peligro su permanencia en la categoría de bronce.