Las Palmas buscará en Riazor su punto de inflexión. Plaza complicada para un equipo donde la irregularidad y el escaso bagaje lejos del Gran Canaria ha sido la norma. Un estadio que Pepe Mel conoce bien pues fue entrenador del Deportivo de la Coruña.
El nuevo técnico que ocupa, el siempre caliente banquillo amarillo, será uno de los principales atractivos. El otro, sin duda, será su propuesta futbolística tras los timoratos e insuficientes libretos de Jiménez primero y Herrera después. El preparador madrileño no ha venido con un equipo en mente, ha puesto el cuenta kilómetros a cero y confía en lo que muestran sus jugadores durante las sesiones preparatorias entre semana para armar un once de garantías junto a la torre de Hércules.
No es la primera vez que llega a un vestuario en estas condiciones. Lo hizo por última vez precisamente en el Deportivo de la Coruña y logró el objetivo de la permanencia y, con anterioridad, en el Betis que, tras cogerlo lejos de los puestos de ascenso en 2ª, logró hacerlo campeón unos meses después. Sabedor por tanto que la reactivación de las sinergias dentro de la caseta pasa por dar las mismas oportunidades a todos y de premiar el esfuerzo y el trabajo. Atrás quedan los ostracismos de jugadores “per se” que con Herrera habían desaparecido como Pekhart o David García o, en menor medida, Maikel Mesa con una participación residual. La meritocracia reina en los campos de entrenamiento de El Hornillo, el once lo conformarán ellos mismos, con su esfuerzo, trabajo y entrega bajo la supervisión del técnico.
Partiendo del orden táctico, el deseo del técnico es asegurar una defensa que comenzó de forma notable la temporada para terminar por derrumbarse con los galimatías de la pizarra de Paco Herrera. A partir de ahí, con orden e intensidad como premisas, dará libertad para que la calidad que rezuma la plantilla amarilla pueda expresarse sobre el verde tapete. Los ensayos intersemanales hacen prever un dibujo clásico de 4-4-2 con cierta vocación ofensiva. La necesidad de puntuar apremia los dibujos tácticos y no hay lugar para la especulación.
Con doble pivote, jugadores en banda y dos delanteros, la Unión Deportiva de la era Mel destilará un perfume que debe atraer al aficionado amarillo. Lo logrará si, más allá del estilo, acompañan los resultados. Peñalba, Galarreta y Timor, fijos con Herrera, se jugarán junto con Maikel Mesa uno de los dos puestos en este esquema. Las bandas otorgan la oportunidad a los Fidel, Srnic, Momo o Blum y la ausencia de Rafa Mir por acumulación de tarjetas, despeja los nombres del ataque: Rubén Castro y Sergio Araujo.
En frente, el Deportivo de la Coruña de David Simón y Vicente Gómez, dos canteranos de la última camada amarilla con cierto éxito que marcharon por la puerta de atrás tras consumarse el último descenso. Con distintas razones y sensaciones, pero mismo final y mismo destino. Ambos son fijos en los esquemas de su entrenador. El conjunto blanquiazul que entrena Natxo González, ha pasado en poco más de un mes de ocupar puestos de ascenso directo a caer a la 5ª plaza (49 puntos) tras acumular en lo últimos cinco partidos 4 empates y tan sólo una victoria.
No debe fiarse no obstante el equipo insular pues Riazor, como era de esperar, es una plaza donde puntuar es difícil. En 14 encuentros el equipo gallego ha vencido en 8 partidos y ha empatado en otros 6 sin llegar a conocer la derrota ante su afición. Las Palmas, que cuenta con tan sóla una victoria de visitante (1-2 en Almendralejo) si nos olvidamos la obtenida en los despachos ante un Reus expulsado de la competición, tiene ante sí el hercúleo reto de doblegar a uno de los equipos más fiable como local y superar así su propia incapacidad.
Mel, que habla de lograr 9 victorias en 14 encuentros para lograr el objetivo, es sabedor que todas sus partidos serán así: auténticas “yincanas” contra las estadísticas, las propias taras y las fortalezas del rival. En Riazor comienza la primera de las 14 finales para los amarillos. Éxito o fracaso, no hay más.
FICHA TÉCNICA
Fecha y hora: Domingo 10 de Marzo, 19:00 horas.
Lugar: Estadio de Riazor (32.912 espectadores)
Árbitro: Oliver DE LA FUENTE RAMOS (Comité Arbitral de Castilla y León)
Televisión: TV Canaria y Liga 123 TV (múltiples plataformas digitales)